El temor a una nueva Guerra Fría paraliza a la UE

El temor a una nueva Guerra Fría paraliza a la UE

Debaten imponer nuevas sanciones a Rusia

EN BRUSELAS. El presidente Petro Poroshenko llega a la cumbre. Reuters EN BRUSELAS. El presidente Petro Poroshenko llega a la cumbre. Reuters
31 Agosto 2014
BRUSELAS.- Los líderes de la Unión Europea (UE) amenazaron a Rusia con nuevas sanciones por sus acciones en Ucrania, en medio del temor por una nueva Guerra Fría y el autoinflingido daño a sus propias economías. En una cumbre en Bruselas en que se otorgó uno de los principales cargos de la Unión Europea al primer ministro de Polonia, altos funcionarios del bloque dieron una cálida bienvenida al asediado presidente ucraniano, Petro Poroshenko, y garantías de un mayor apoyo económico, entre otras cosas.

Las divisiones entre los 28 países que integran la Unión Europea han dificultado las acciones contra Moscú y un borrador de un documento final pide al brazo ejecutivo del bloque que prepare “con urgencia” más opciones para nuevas sanciones. Poroshenko, que advirtió que un fracaso en los intentos en los próximos días por acabar con los enfrentamientos entre tropas y rebeldes rusos en el Este de Ucrania podría llevar a una “guerra a gran escala”, dijo que los líderes europeos acordaron que las nuevas sanciones serían condicionales del funcionamiento de su plan de paz.

La designación del primer ministro de Polonia, Donald Tusk, como presidente del Consejo Europeo fue equilibrado con el nombramiento de la ministra de Relaciones Exteriores de Italia, Federica Mogherini, como la jefa de Política Exterior del bloque, en reemplazo de la británica Catherine Ashton.

Pero ante la crisis, el presidente francés, François Hollande, enfatizó que el hecho de que Rusia no haya revertido el flujo de armas y tropas hacia el Este de Ucrania obliga al bloque a imponer nuevas medidas económicas. “¿Vamos a dejar que la situación empeore hasta que lleve a una guerra?”, advirtió. “Porque ese es el riesgo hoy. No hay tiempo que perder”, dijo.

La presidenta de Lituania y abierta crítica de Vladimir Putin, Dalia Grybauskaite, llamó a entregar con urgencia suministros militares al Gobierno de Kiev y a un endurecimiento del embargo de armas contra Rusia. Grybauskaite recalcó que al atacar a Ucrania, Moscú estaba “en un estado de guerra contra Europa”.

Pero los grandes países occidentales temen dañar a sus propias economías a través de sanciones. Entre ellos figuran Alemania, Gran Bretaña y Francia, así como también Italia, que depende fuertemente del gas ruso.

Poroshenko denunció la incursión la semana pasada de miles de soldados rusos con cientos de vehículos blindados y advirtió que espera que la cumbre ordene a la Comisión Europea a que imponga una nueva ronda de sanciones. Pero, al igual que el jefe de la comisión, José Manuel Barroso, usó su conferencia de prensa conjunta para enfatizar la importancia de hallar una solución política a una crisis de la que Putin culpa a los intentos de Kiev por apartar al ex estado soviético de la influencia de Moscú y en favor de una alianza con la Unión Europea y la OTAN. Sugirió que no buscaba una intervención militar extranjera y que esperaba un acuerdo de cese al fuego, cuando se reúnan representantes de Moscú, Kiev y la UE, mañana. Barroso dijo que cualquier endurecimiento de las sanciones no tiene como objetivo profundizar la crisis sino presionar a Moscú para que negocie: “No tiene sentido una nueva Guerra Fría”, un conflicto que iría “en detrimento de toda Europa”. (Reuters)

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