El fuego en campos y basurales no da respiro a los bomberos

El fuego en campos y basurales no da respiro a los bomberos

Agosto y septiembre son meses críticos para los rescastistas. Este fin de semana, los de Yerba Buena sofocaron media docena de incendios

QUEMA DE CAÑA. Lo que muestra la foto ocurrió la semana pasada, a la vera de la ruta 38, en Alto Verde la gaceta / foto de osvaldo ripoll QUEMA DE CAÑA. Lo que muestra la foto ocurrió la semana pasada, a la vera de la ruta 38, en Alto Verde la gaceta / foto de osvaldo ripoll
26 Agosto 2014
Llegan los meses secos y -como si fuera poco- la temporada de quema de caña, de rastrojo, de pastizales, de basura y de todo lo que se tenga a mano. En el Tucumán invernal del aire contaminado por el humo las cifras indican que algunas costumbres no cambian. En los cuarteles de bomberos, los voluntarios saben que esta es la temporada en la que el trabajo no da recreos.

Por ejemplo, este fin de semana, los bomberos de Yerba Buena tuvieron que sofocar seis focos de incendio. Cuatro de ellos -explicó Hernán Rodríguez, jefe del cuerpo- fueron originados por personas que quemaban basura. La explicación es la misma en todos los cuarteles: la gente comienza a quemar, por ejemplo, pastizales; el fuego se les va de las manos, se asustan y llaman a los bomberos. El panorama empeora el fin de semana, porque los vecinos tienen más tiempo para quemar, afirman los bomberos.

Además, la temporada da pie a algunos incendios “clásicos”. “En avenida Perón al 500 todos los años se queman las mismas cuatro hectáreas y nadie hace nada. El año pasado ahí perdimos equipos, trajes... de todo”, añade Rodríguez. Los bomberos saben mejor que nadie que el incendio no comienza azarosamente, sino que en la gran mayoría de los casos son provocados adrede. Lo mismo que sucede en el predio de la avenida Perón, -agrega el bombero- pasa en un cañaveral perteneciente a la UNT ubicado sobre el camino de Sirga, que, según dice el rescatista, todos los agostos y septiembres se incendia.

Prohibido respirar
En este período del año, el humo y las cenizas contribuyen a elevar la contaminación del aire. Eso tiene un efecto directo sobre la salud: el 60% de las consultas durante estos meses están directamente vinculadas a la composición del aire y al clima, explican los especialistas en vías respiratorias. La quema viene a colaborar directamente para que se alcancen estos índices.

En Las Talitas, el principal problema lo generan los vecinos que juntan basura o pastos y le prenden fuego. Esto ocurre, sobre todo los que viven en los alrededores del Arsenal. “Es una zona que atraviesa siete barrios. Muchos tiran allí la basura para quemarla. Lo que pasa es que después se les va de la mano y nos llaman”, comenta Lourdes Fernández, presidenta da la Federación Tucumana de Bomberos Voluntarios y fundadora del grupo que trabaja en ese municipio. Cuenta que desde el cuartel siempre están dando charlas y concientizando sobre la quema.

“La verdadera transformación va a venir con el cambio de mentalidad”, expresa Pedro Martínez, presidente de la Organización Conciencia Ambiental. También serviría -indica- que desde el Gobierno se sancionara efectivamente a quienes tiran un fósforo y hacen arder los campos. “Deberían comenzar por sancionar a los municipios que prenden fuego al costado de los caminos y que ponen en riesgo a las personas”, propone Fernández. En lo que va de agosto, los restatistas de Las Talitas ya participaron en 15 incendios de pastizales provocados por los mismos vecinos.

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