El triunfo sobre la injusticia y la maldad

Clásico

HANSEL Y GRETEL

JACOB Y WILHELM GRIMM

(Corimbo - Buenos Aires) 

El relato de los hermanos Grimm dejó en nuestro recuerdo la imagen de los niños abandonados, una casita hecha de golosinas junto a la horrenda bruja. En las historias infantiles, la bruja, se definió como la figura oponente del héroe, según clasificó Vladimir Prop en su estudio sobre los cuentos folclóricos rusos. Esta figura metamorfoseada, antinómica, y causante de desequilibrio representa la fealdad y la perversidad, ya que manifiesta su deseo de matarlos y comerlos; sin embargo, la bruja es vencida por la pequeña Gretel, quien la empuja al fuego. El cuento nos presenta a héroes inocentes y débiles que padecen injusticias y maltratos y son capaces de revertir su desdicha. La modificación de la historia permite a los pequeños lectores identificarse con los personajes y disfrutar del triunfo sobre la injusticia y la maldad. Los relatos circulan en el campo de la ética, de lo que debe ser, y el final feliz colabora en la resolución de las angustias infantiles.

En la actualidad, las producciones de la posmodernidad nos acercan personajes parodiados, como la bruja Winnie de Valerie y Korky o la Brujita de Bulubú de María Elena Walsh sin la tensión de los relatos clásicos. Otro es el abordaje de los juegos electrónicos o el cine en los que la bruja ha sido reemplazada por zombies y monstruos intergalácticos. Todos ellos codifican las estructuras de una sociedad, donde el hombre reconoce su amenazada fragilidad.

(C) LA GACETA

Ana María Mopty