Nada
¡Qué curioso homenaje a la Patria! Las principales autoridades nacionales y provinciales entraron a un teatro por la puerta del costado. Hace 198 años hubo gente que entregó la vida por la Independencia. Seguramente -como hoy y como todo político- hubo intereses personales, pero también ideales comunes.

Ayer nadie pensó en todos: un puñado de gente con libreto; peleas y forcejeos por un lugar para ver... la pantalla. O para que los vean... en la foto.

El vicepresidente de la Nación vino a Tucumán y fue un problema. Alperovich no sólo lo esquivó cuanto pudo, sino que hasta puso a alguien para que se interpusiera entre él y el no tan Amado titular del Senado.

¿Qué se hizo para este 9 de Julio? Un acto, en un teatro en el que se tomó asistencia a los que fueron. Las plazas son el espacio público. Son el lugar al que va el pueblo, al que asisten los que quieren, a los que se les paga y a los que no. El sitio del libre albedrío estaba vallado. Ayer fue un 9 de Julio de obligación. El Gobierno buscó cumplir. ¿Con quién? Con las autoridades nacionales. El homenaje debió haber sido para los valientes de 1816. Pero fue nada.

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