Los dirigentes fueron los dueños de la plaza

“La plaza dejó de ser del pueblo. ¿Dicen que la Patria es el otro? ¡Mentira! Si no me dejan pasar. ¡La patria es de ellos nomás! No puedo pasar”. Así se quejaba ayer al mediodía Alberto Heredia, un jubilado de 75 años que no pudo ingresar a la plaza Independencia, a raíz del riguroso operativo policial destinado a custodiar a la comitiva presidencial y también a controlar que los 20.000 simpatizantes que fueron movilizados por el alperovichismo.

Según los cálculos que realizaron los organizadores, fueron movilizados menos de la mitad de los dirigentes de lo que había previsto algutinar en la plaza el Poder Ejecutivo.

Pasadas las 9, la plaza comenzó a poblarse paulatinamente. Desde el Parque 9 de Julio, las columnas de simpatizantes subían hacia el principal paseo público por calle 24 de Septiembre. Esta era la única vía de acceso para poder llegar a las inmediaciones del teatro Mercedes Sosa. Cada agrupación portaba una bandera y una pechera identificatoria con el nombre del legislador, concejal, delegado comunal o intendente que los convocó. Fueron pocas las banderas celestes y blancas que flamearon ayer durante los actos patrios.

El amayismo, a diferencia del año pasado, fue el único sector del peronismo capitalino que decidió no movilizar dirigentes. En esa oportunidad, el intendente Domingo Amaya aportó unos 10.000 simpatizantes para que aclamaran a la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, en el Hipódromo de Tucumán. Pero ayer, sólo los funcionarios municipales y los concejales de la capital acompañaron al jefe municipal al Tedeum y al acto central que se realizó en el teatro Mercedes Sosa.

Al mediodía, el fervor por alcanzar el lugar más cercano al recinto, tras el vallado perimetral que rodeó a la plaza, llevó a que dirigentes del interior protagonizaran algunas escaramuzas con una columna de ex presos políticos.

Sobre la intersección de calles 9 de Julio y 24 de Septiembre, lejos del teatro Mercedes Sosa, se ubicaron los simpatizantes del legislador Rolando “Tano” Alfaro y miembros de la Juventud Peronista (JP). Hacia el norte, por calle 25 de Mayo, se ubicaron los punteros que responden al interventor de la Caja Popular de Ahorros, Armando Cortalezzi, y las columnas que trasladó el legislador ultraalperovichista Guillermo Gassenbauer. Aquí también se pudieron ver algunos carteles que postulaban a Mariana Daher para 2015. En la intersección de calles 25 de Mayo y San Martín se instalaron los seguidores del ministro del Interior, Osvaldo Jaldo, y del Movimiento de Unidad Popular (MUP) que conduce el concejal de Alberdi Luis Romano. Frente al ex Cine Plaza ganaron un espacio importante las columnas del legislador Ramiro González Navarro y del concejal José “Pepe” Ramos. A la par de los alperovichistas, algunos camporistas y dirigentes de la agrupación Kolina también lograron, a fuerza de empujones, ubicarse frente a una de las pantallas gigantes que fueron montadas para la ocasión. También movilizaron simpatizantes el intendente de Banda del Río Salí, Zacarías Khoder, su par de Monteros, Luis Olea, y la ministra de Educación, Silvia Rojkés de Temkin. En la intersección de calles San Martín y Laprida agitaban banderas columnas de la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN).

Carteles amarillos, azules, anaranjados y verdes adornaron el entorno de la jornada festiva, que más se asemejó a un mitin político que a un acto patrio. Las banderas y escarapelas celestes y blancas quedaron relegadas por el cotillón proselitista. Una vez más.

“El mejor regalo que podemos hacerle al Bicentenario de la Patria es un gobierno que piense y actúe sin exclusiones”, Federico Romano Norri, Legislador de la UCR)

“Le regalaría una Argentina con desarrollo pleno que deje atrás la angustia del hambre y del desempleo” (Federico Masso, Dirigente de Libres del Sur)

“Le daría al Bicentenario un país mejor del que va a dejar el kirchnerismo, con menos corrupción y pobreza” (Humberto Tumini, Referente de Libres del Sur)