16 Junio 2014
Don Justo baja la mirada cuando tiene que recordar los 16 días que vivió en una pequeña celda de la comisaría de Los Nogales. Tuvo que dormir en el piso, contó, porque no había espacio. Compartió ese tiempo con otras 16 personas, y ni siquiera se pudo bañar.
El hombre tiene 70 años y vivía solo en una humilde casa de Villa Obrera, en Tafí Viejo. El 19 de mayo fue detenido, acusado de haber intentado violar a una menor de 15 años.
Según la versión que dieron dos policías que circulaban por el lugar, escucharon los gritos de la supuesta víctima y entraron por la fuerza a la casa de don Justo. Los efectivos dejaron asentado en el acta que el hombre estaba con sus pantalones en los tobillos, dispuesto a abusar de la menor. El acusado aseguró que golpearon la puerta de su casa y se lo llevaron a la comisaría, sin darle explicaciones.
El fiscal de Instrucción de la X° Nominación, Guillermo Herrera, dispuso su detención mientras comenzaba la investigación. La madre de la supuesta víctima, comentaron fuentes tribunalicias, nunca se presentó a declarar. A la adolescente, en tanto, le tomaron declaración mediante Cámara Gesell. Pero dio una versión distinta a la de los policías. Contó que nunca ingresó a la casa de don Justo, que el hombre nunca la tocó, y que sólo le habría ofrecido dinero cuando cruzaron un par de palabras en la vereda.
Luego de esa declaración, el fiscal cambió la carátula de la causa a “corrupción de menores”, y ordenó la libertad del acusado, como lo había solicitado el abogado Luis Coutada. Además, Herrera dispuso que el hombre no pueda acercarse a la casa de la adolescente.
“No sé por qué hicieron esa falsa denuncia, por qué se ensañaron con un anciano de 70 años. Mi papá tiene un montón de enfermedades y ahora no puede volver a su casa”, comentó Mabel, hija de del acusado. Don Justo tiene hipertensión arterial, artrosis, problemas de próstata y perdió la visión de un ojo. “Cuando estuvo detenido no podía ni caminar, por el poco espacio que había. Para bañarse los presos usan un jarrito para sacar agua de una pileta de baño. No sé qué ganaron mintiendo con esta acusación”, afirmó Mabel.
El hombre tiene 70 años y vivía solo en una humilde casa de Villa Obrera, en Tafí Viejo. El 19 de mayo fue detenido, acusado de haber intentado violar a una menor de 15 años.
Según la versión que dieron dos policías que circulaban por el lugar, escucharon los gritos de la supuesta víctima y entraron por la fuerza a la casa de don Justo. Los efectivos dejaron asentado en el acta que el hombre estaba con sus pantalones en los tobillos, dispuesto a abusar de la menor. El acusado aseguró que golpearon la puerta de su casa y se lo llevaron a la comisaría, sin darle explicaciones.
El fiscal de Instrucción de la X° Nominación, Guillermo Herrera, dispuso su detención mientras comenzaba la investigación. La madre de la supuesta víctima, comentaron fuentes tribunalicias, nunca se presentó a declarar. A la adolescente, en tanto, le tomaron declaración mediante Cámara Gesell. Pero dio una versión distinta a la de los policías. Contó que nunca ingresó a la casa de don Justo, que el hombre nunca la tocó, y que sólo le habría ofrecido dinero cuando cruzaron un par de palabras en la vereda.
Luego de esa declaración, el fiscal cambió la carátula de la causa a “corrupción de menores”, y ordenó la libertad del acusado, como lo había solicitado el abogado Luis Coutada. Además, Herrera dispuso que el hombre no pueda acercarse a la casa de la adolescente.
“No sé por qué hicieron esa falsa denuncia, por qué se ensañaron con un anciano de 70 años. Mi papá tiene un montón de enfermedades y ahora no puede volver a su casa”, comentó Mabel, hija de del acusado. Don Justo tiene hipertensión arterial, artrosis, problemas de próstata y perdió la visión de un ojo. “Cuando estuvo detenido no podía ni caminar, por el poco espacio que había. Para bañarse los presos usan un jarrito para sacar agua de una pileta de baño. No sé qué ganaron mintiendo con esta acusación”, afirmó Mabel.
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