04 Junio 2014
SU MEJOR PRESENTE. Morales junto a su familia, en la cancha de Ñuñorco, el club que lo vio nacer futbolísticamente.
La marcha de Ñuñorco en el torneo liguista no tiene fisuras. Cinco partidos, ninguna derrota (dos victorias y tres empates) y el liderazgo del grupo A dan testimonio de ello. Sin embargo, la principal herramienta con la que cuenta para haber logrado este impecable arranque está en el arco: Walter Morales, a sus 35 años, aún no recibió goles y espera mantener la racha cuando esta tarde su equipo reciba a Amalia desde las 16.
“Es la primera vez que puedo mantener la valla invicta tanto tiempo”, confiesa Morales antes de admitir en qué partidos estuvo a punto de verla quebrar. “Los mejores partidos fueron el debut contra Concepción FC y el domingo pasado ante Unión Aconquija. Los dos de visitante. Me hicieron trabajar mucho y gracias a Dios, pude resolver muy bien”, recuerda Morales, que hoy volverá a poner la seguidilla en juego ante el “villero”, en la cancha del “tigre”.
Allí mismo posó para unas fotos junto a su esposa Elizabeth Romero y sus hijos Bianca y Julián, cuyos nombres los tiene grabados en el buzo con el que ataja.
Las manos de Morales no sólo se ocupan de las pelotas de fútbol. Por la mañana, el arquero atiende en un negocio de ropa del cual es socio junto a un primo. Por la tarde se dedica a entrenar con la primera. “Además me hice cargo de los cebollitas del club y quieren que sea el entrenador de arqueros de inferiores”, reveló.
Todo demuestra un compromiso mayúsculo para con el club. “Ñuñorco significa mucho para mí. Allí me inicié y pasé la mayor parte de mi carrera. No gané nada en cuanto a torneos y esa es la cuenta pendiente. Por eso volví”, manifestó el arquero.
“(Bernardo) Luqui, conformó un buen cuerpo técnico que se tuvo que adaptar a las carencias de nuestro fútbol. Aún así trata de inculcarnos el respeto sobre todas las cosas. De formar sobre todo un buen grupo humano y a partir de ahí nos transmite su confianza y sus ideas futbolísticas”, aseguró Morales, un arquero invencible.
Postergado
La Liga informó anoche que por razones de seguridad, San Juan-San Fernando se jugará la próxima semana en cancha neutral
“Es la primera vez que puedo mantener la valla invicta tanto tiempo”, confiesa Morales antes de admitir en qué partidos estuvo a punto de verla quebrar. “Los mejores partidos fueron el debut contra Concepción FC y el domingo pasado ante Unión Aconquija. Los dos de visitante. Me hicieron trabajar mucho y gracias a Dios, pude resolver muy bien”, recuerda Morales, que hoy volverá a poner la seguidilla en juego ante el “villero”, en la cancha del “tigre”.
Allí mismo posó para unas fotos junto a su esposa Elizabeth Romero y sus hijos Bianca y Julián, cuyos nombres los tiene grabados en el buzo con el que ataja.
Las manos de Morales no sólo se ocupan de las pelotas de fútbol. Por la mañana, el arquero atiende en un negocio de ropa del cual es socio junto a un primo. Por la tarde se dedica a entrenar con la primera. “Además me hice cargo de los cebollitas del club y quieren que sea el entrenador de arqueros de inferiores”, reveló.
Todo demuestra un compromiso mayúsculo para con el club. “Ñuñorco significa mucho para mí. Allí me inicié y pasé la mayor parte de mi carrera. No gané nada en cuanto a torneos y esa es la cuenta pendiente. Por eso volví”, manifestó el arquero.
“(Bernardo) Luqui, conformó un buen cuerpo técnico que se tuvo que adaptar a las carencias de nuestro fútbol. Aún así trata de inculcarnos el respeto sobre todas las cosas. De formar sobre todo un buen grupo humano y a partir de ahí nos transmite su confianza y sus ideas futbolísticas”, aseguró Morales, un arquero invencible.
Postergado
La Liga informó anoche que por razones de seguridad, San Juan-San Fernando se jugará la próxima semana en cancha neutral
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