Ataques de “picudo negro” y “orugas defoliadoras”

Ataques de “picudo negro” y “orugas defoliadoras”

Augusto Casmuz describió cómo se comportó la soja. “Helicoverpa armiguera”

25 Abril 2014
Entre las principales plagas de la campaña actual que afectaron a los cultivos, se mencionó al “picudo negro de la vaina” y al “complejo de orugas defoliadoras”, destacándose entre ellas la “falsa medidora”. Esto surge de los trabajos realizados desde la Sección Zoología Agrícola de la Eeaoc, sobre los que Augusto Casmuz se explayó respecto de algunas plagas insectiles de importancia para el cultivo de la soja.

También se explicó la situación actual de “Helicoverpa armigera”, plaga detectada en 2013 en nuestra región y que está causando daños en cultivos de Brasil.

“Picudo negro de la vaina” (Rhyssomatus subtilis): Se observó importante expansión en el área sojera del NOA, con incrementos de sus niveles en zonas con presencia. En las evaluaciones realizadas en Burruyacu, sobre su dinámica de emergencia, se observaron picudos desde etapas tempranas: picos entre principios de febrero y principios de marzo, que coinciden con lluvias.

Siembra tardía de la soja: Los mayores pulsos de emergencia ocurrieron con el cultivo en las etapas vegetativas avanzadas o las reproductivas iniciales, cuando el impacto de la plaga es menor, en comparación al ocasionado durante el llenado de grano.

Siembra normal: Otra situación habría sido, en donde los picos de emergencia hubiesen ocurrido en etapa de llenado, fase crítica del ataque, en donde se presentan los mayores impactos en el rendimiento, determinando, además, el aumento de la descendencia de este picudo para la nueva campaña.

Emergencia de adultos: Desde mediados de marzo hay una disminución considerable. Por ello, “si se logró un buen control en la etapas de llenado, seguramente se llegará con poco daño al final del ciclo”. También se mencionó que esta plaga continúa multiplicándose en “R6”, decreciendo los niveles de postura de huevos en vaina cuando la soja ingresa a “R7”.

También se mencionó la coincidencia de los mayores pulsos de emergencia de R. subtilis con las etapas iniciales del “poroto”, fase crítica del cultivo al ataque de la plaga, ya que no presenta la capacidad de compensación que manifiesta la soja. Por ello, resulta clave realizar en el poroto un buen manejo inicial del picudo negro para evitar la muerte de plantas y el retraso de su crecimiento.

Manejo: se debe tener en cuenta que este picudo es muy fácil de voltear con los insecticidas actuales. El problema radica en la prolongada y continua emergencia que manifiesta desde el suelo, en coincidencia con la ocurrencia de lluvias, y que determinan un escaso período de protección brindado por la mayoría de las herramientas químicas.

Manejo químico de la plaga: se mencionó el uso de piretroides y/o fosforados para las etapas iniciales. En las reproductivas se puede continuar con el empleo de estas alternativas, o bien emplear insecticidas “residuales”. Una alternativa de gran efectividad es la inclusión planificada de gramíneas (maíz o sorgo), cultivos no hospederos de esta plaga.

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