Villa 9 de Julio, su historia hecha cine

“Fui con mi hermana porque quería aprender teatro y, como necesitaban una actriz, me ofrecí. Me divertí mucho. Pude conocer la historia del Perro Familiar, la de Pedrito e interpretar la vida de un niño que sufre de las adicciones. Nunca pensé que me iba a ver en una pantalla gigante. Me despertó mucha curiosidad y no me sorprendería estudiar cine cuando sea grande”. Perla, una jovencita de 16 años, manifiesta su orgullo por haber participado de un proyecto audiovisual impulsado por el Ente Cultural de Tucumán que finalizó ayer sus actividades en Villa 9 de Julio.

Una casa común
En el Club Veteranos Unidos, personas de todas las edades dieron un buen ejemplo ciudadano. El trabajo en equipo movilizó a más de 100 personas involucradas en recrear los relatos que muestran la identidad de una zona periférica de San Miguel de Tucumán en la que las adicciones, la inseguridad y los mitos populares son moneda corriente. Durante 12 días contaron historias, elaboraron guiones, aprendieron actuación y participaron del rodaje de un corto ficcional.

Pedrito “Hallao”
Ayer, el mausoleo de un personaje mitológico de Villa 9 de Julio fue el escenario en el que cobraron protagonismo los alumnos de los talleres de guión, maquillaje, teatro, plástica y títeres del Colectivo Cultural. Allí, en el Cementerio del Norte, la historia de Pedrito “Hallao” cobró vida en la ficción. Junto a sus amigos, Gabriel Castillo (14 años) narró el relato de un bebé recién nacido que fue encontrado por un sereno el 29 de Junio de 1948, fecha en la que se celebra el día de San Pedro. “Al niño lo abandonaron sus padres en el ingreso y murió a causa del frío y de las picaduras de las hormigas. Luego los serenos le construyeron un mausoleo y desde entonces comenzó a ser venerado por todo el barrio porque hizo muchos milagros”, cuenta el adolescente y recuerda que, a pesar de ser un hecho triste, este mito fue elegido por todo el grupo.

¿Por qué?, pregunta el periodista de LA GACETA. “Porque el Pedrito Hallao es muy visitado por las madres del dolor, esas mamás que sufren cuando sus hijos se enferman por la droga”, reflexiona, mientras muestra cómo los fieles adornaron la tumba con ofrendas compuestas por muñecos de peluche, soldaditos de plástico, ositos e imágenes de San Expedito y el Gauchito Gil.

“Esto nos ha cambiado la vida”. María González, una madre del barrio Los Pinos, siempre soñó con verse en una pantalla como ocurre con los actores de sus novelas favoritas: “‘Café con aroma de mujer’ y ‘La Patrona’; sobre todo esta última porque yo soy la jefa de mi hogar y va a ser la primera vez que me veré en la tele”, bromea.

En el marco del programa Verano con Cultura, el “Colectivo Cultural” de la Provincia acercó un equipo técnico conformado por formadores en diferentes disciplinas del arte, a los barrios El Sifón, Victoria y Villa 9 de Julio para realizar un trabajo articulado con las comunidades, que concluirá con la realización. El 9 de marzo, a las 19, en el Teatro San Martín, con la proyección de tres películas breves, esos vecinos podrán corroborar que ellos también pueden exhibir una vida de película.