Lo único de lo que están hablando es de 2015

Lo único de lo que están hablando es de 2015

La deuda de la Municipalidad de la capital no será refinanciada porque el año próximo podría estar en manos de la oposición, justificó en público el gobernador, que oficializó el retorno de Jaldo al ministerio que nunca dejó.

Billetes

En un primer momento, apenas se escucha la proclama, parece una tomada de pelo del oficialismo tucumano. Pero después, el Gabinete nacional anuncia en rueda de prensa que cesan las restricciones para la compra de dólares con fines de atesoramiento. O sea, aflojan el cepo al dólar, tan oficialmente negado desde la Presidenta para abajo. Y el ahorrista en moneda extranjera deja de ser especulador destituyente e infame traidor a la patria. 

Estampillas

En la misma Casa Rosada anunciaron esta semana el programa Progresar, para que jóvenes de entre 18 y 24, tan pobres que no pudieron estudiar, reciban $ 600 mensuales para completar su formación. Es decir, el Gobierno que proclama la “Década Ganada”, y la imprime en estampillas del Correo Argentino, reconoce que el Estado debe salir al rescate de 1,5 millón de chicos (casi el 4% de la población) para que no sean una generación sin oportunidades. Cuando el kirchnerismo empezó a gobernar, esos pibes tenían entre 8 y 14 años y eran, por tanto, el futuro de “Un país en serio”. 

Porcentajes

En idéntica línea, el Indec difundió este mes que la inflación de todo 2013 fue del 10,9%. Sin embargo, los impuestos provinciales, los tributos municipales, y las tarifas de prestatarias de servicios públicos con participación del Estado tucumano, aumentan al 20%, al 30% y hasta a 40%, según el caso, para que a la recaudación no se la coma la inflación de verdad. 

Absurdos

Es frente a esta legitimación del absurdo como discurso oficial cuando se torna comprensible la cantinela de las autoridades de esta provincia. Ahí hasta parece lógico que desde la democracia pavimentadora se repita a diario que estos no son momentos para hablar de candidaturas ni de las elecciones de 2015, cuando sus administradores solamente se ocupan de eso.

Certificados

El gobernador de Tucumán y el intendente de la capital se reunieron esta semana, ante una decena de testigos, con la excusa protocolar de la firma del Pacto Social, por el cual la Provincia retiene la Coparticipación Federal de Impuestos que corresponde a la Municipalidad a cambio de pagar los sueldos de sus empleados. Se saludaron afectuosamente. Como antes. Y entonces Amaya planteó a Alperovich lo que LA GACETA había anticipado el lunes: pidió la refinanciación integral de la deuda de su administración. ¿Vos querés que firme mi certificado de defunción?, le respondió José a Domingo. Si refinanciaba el pasivo de la capital, debía hacer lo mismo con todos los municipios del interior, adujo. ¿Vos querés que me acorralen los intendentes?, inquirió. Por supuesto, no dijo exactamente que lo iban a “acorralar”, sino que usó un verbo algo menos publicable. Pero el gobernador dejó en claro que estaba hablando de 2015: de mantener el control sobre el territorio político durante sus últimos 20 meses de gestión, a partir del crónico control financiero de los jefes municipales.

Cumplidos

Amaya contestó que no quiere que sus pares acorralen -por así decirlo- a Alperovich. Que sólo quería cuidar la institución municipal, la cual siempre había cumplido. Entonces el anfitrión de Casa de Gobierno respondió a su invitado que él también había cumplido con la Municipalidad capitalina. ¿Vos te creés que yo invertí 12 años al divino botón en vos, Colorado? Es obvio que no dijo “divino botón”. En cambio, sí dijo “Colorado”. Pero también fue obvio que quería llamarlo de otra manera, ciertamente menos elegante. Debajo de los eufemismos, seguían hablando de los comicios del 2015. Porque cuando todos dicen que cumplieron, están preguntando quién va a incumplir.

Plazos

Aunque seguían sonriendo para la tribuna, ya no intercambiaban gentilezas. Ahora se pasaban facturas. Así que el intendente agradeció los años de apoyo, durante los cuales -subrayó- consideraba que el gobernador también había ganado políticamente al contar con una administración municipal sin conflictos. Entonces Alperovich cortó por lo sano. Colorado, te voy a refinanciar la deuda cuando te falten dos días para irte. Es claro que el mandatario provincial quiere ser quien acorrale a los intendentes, y no al revés. Pero lo inquietante es que no ha terminado enero de 2014 y, literalmente, a las decisiones políticas y financieras del Estado se las toma como si fuera octubre de 2015.

Culturas

Amaya no se resignó al “nunca te voy a refinanciar la deuda” de Alperovich. ¿Y por qué no dos meses antes de que me vaya? Parecía una pregunta fútil. Perdida. Nacida para morir en un rotundo “no”. Pero, sorpresivamente, dio pie para que el gobernador blanqueara que no estaba hablando de las finanzas de este año, sino de la política del año que viene. Colorado, no sé si para entonces vos vas a seguir queriendo la refinanciación. La pauta es clara: cualquier gobierno que tenga sometido a los municipios será culturalmente alperovichista, no importa su signo político.

Pensamientos

El gobernador no dio tiempo a que los amayistas se sintieran halagados, ni a que los alperovichistas se sintieran incómodos, y su siguiente intervención demostró que no estaba hablando sólo del peronismo. ¿Vos no pensás que (José) Cano puede ser intendente? Con esa pregunta, todos se sintieron incómodos. Señal inequívoca de que ahí adentro nadie le cree absolutamente nada a nadie. A unos les sonó a la oficialización de la debilidad electoral. A otros, a que el mandatario estaba explicando que no estaba rechazando la refinanciación por motivos personales, sino como estrategia política por si el año que viene la oposición vuelve a ganar en la capital, como el año pasado. Y parece que a Amaya le sonó a que le preguntaban si él tenía un acuerdo con el diputado radical y a que le insinuaban que no estaba pidiendo la reestructuración de deuda para él. ¿Vos te creés que si yo pensara que Cano puede ser intendente te estaría pidiendo esto? fue la respuesta destemplada.

Botones

Alperovich pareció no notar el tono airado y repreguntó. ¿En serio no pensás ni por un instante que Cano puede ser el próximo intendente? Amaya contestó entonces con la letra de su interlocutor. No invertimos 11 años al divino botón, ¿verdad? Uno de los presentes dice que a él le sonó a que el intendente estaba planteando que la UCR, en 2015, sólo puede ganar en la capital si el alperovichismo no hace nada para evitarlo. O si hace mucho para posibitarlo. 

Legalidades

El gobernador miró a todos y a nadie: no era buen momento para hablar de la refinanciación, dio a entender. Entonces el intendente sacó el Plan B. José, por lo menos, dejenmé de cobrar intereses. Alperovich hizo un gesto de extrañeza. ¿Qué intereses te cobro yo? Amaya lo miró como tratando de desentrañar si la sorpresa de su interlocutor era genuina o impostada. Me aplican el CER. Sin cambiar la cara de novedad, el mandatario preguntó cuánto representaba en dinero esa indexación, le contestaron que $ 18 millones anuales, y dio la orden de que ya no se ajuste el pasivo municipal con ese coeficiente. Fin del encuentro. Por cierto: en el Derecho argentino, al hablar del Principio de Legalidad, un ejemplo típico es el artículo 52 la Constitución Nacional: A la Cámara de Diputados corresponde exclusivamente la iniciativa de las leyes sobre contribuciones... Históricamente, sólo los miembros de la Cámara Baja fueron electos por el voto del pueblo (los senadores lo son sólo desde 2001), así que la Carta Magna reserva para ellos la potestad de fijar los impuestos del pueblo. En Tucumán, en cambio, la aplicación -o no- de disposiciones fiscales es decisión de una sola persona. Porque aquí la política mira el futuro, pero a la legalidad ni siquiera le llegó 1853.

Hemorragias

La sucesión es la enfermedad autoinmune del unicato. Alperovich se esfuerza por monopolizar las discusiones y las especulaciones de 2015, pero cada vez que habla de ello desangra autoridad. ¿Por qué es así, si no hay nada más lógico en una república que un Gobierno a término? Porque no fue el espíritu republicano lo que inspiró la construcción del poder durante la década asfaltada: este no fue un gobierno de consensos, sino de decisionismo unipersonal. Los tres poderes del Estado casi fueron condenados a ser superfluos, porque sólo importaba hablar con el gobernador: se haría lo que él quisiera. ¿Cómo él, ahora, va a hablar de otros? ¿Con quién hay que hablar, entonces?

Representantes

Cualquiera de quien hable el jefe del unicato, aunque más no fuera en malos términos, va a adquirir autoridad, ya sea entre los oficialistas o entre los opositores. En definitiva, autoridad que le transfiere el gobernador. Alperovich ya lo sabe. Lo advirtió durante la semana pasada, cuando dijo que Amaya es un buen candidato para sucederlo. No importa si lo afirmó porque así lo cree o por compromiso: puso al intendente en ventaja con respecto a los otros competidores por la gobernación. Por eso, esta semana, reivindicó en los hechos a uno de los antagonistas del jefe municipal: Osvaldo Jaldo, jefe de los jefes municipales del interior. Aunque en junio pasado acertado cuando advirtió que las candidaturas testimoniales son una burla al pueblo, Alperovich (tal como se había avisado oportunamente) anunció que el diputado reasumirá formalmente en el ministerio del cual, realmente, nunca partió. En el unicato, las necesidades políticas del Único importan más que la voluntad popular. Y los candidatos se postulan para ser electos, pero no para ejercer como representantes del pueblo. Mientras tanto, y por esas casualidades de la política, fueron los intendentes de tierra adentro los primeros en cruzar al “Colorado”: Jorge Yapura Astorga, Enrique Orellana y Luis Espeche dijeron que ellos no necesitan ninguna refinanciación...

Interrogantes

Con Jaldo en la cancha, las preguntas dentro del oficialismo refieren al ministro de Salud, Juan Manzur (el vicegobernador testimonial que encabezó la lista oficialista de diputados y ni siquiera asumió su banca) y a la primera dama, Beatriz Rojkés. Pero fuera del alperovichismo, los interrogantes refieren a otros protagonistas de la política. Porque el alperovichismo ya está, política y electoralmente, transitando 2015, mientras los jefes de la oposición todavía no vuelven de las vacaciones de 2014.

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