El giro de colectivos torna peligrosa una esquina céntrica

Las veredas son angostas y las calles también. Por eso, el giro que los colectivos realizan en la esquina de Monteagudo y Córdoba vuelve a la zona peligrosa, aseguran los vecinos. Y la muestra de ello es el trágico accidente que ocurrió el domingo a la noche, cuando un joven de 21 años murió al ser aplastado contra la pared por un colectivo de la línea 1 que dobló en ese lugar. Eduardo Juárez caminaba el domingo a las 22.40 por la acera norte de Córboba al 200 junto a su novia y a un sobrinito de nueve años. El interno 16 de la línea 1 circulaba por calle Monteagudo, y giró hacia el oeste.

Se desconoce aún si el chofer circulaba fuerte, si realizó una mala maniobra o si sufrió un desperfecto mecánico, pero el ómnibus se fue hacia la vereda.

Juárez alcanzó a ver al colectivo que se le venía encima y empujó a su novia y al pequeño, salvándolos. La víctima fue aprisionada contra la pared de una despensa que está en esa esquina, y falleció en el acto.

Dos pasajeros sufrieron golpes leves por el choque y fueron trasladados al Centro de Salud por precaución. El colectivero, por su parte, sufrió una crisis de nervios y tuvo que ser internado en el hospital Padilla. Durante más de dos horas, los policías a cargo de los comisarios Ricardo Fresneda y Luis Medina trabajaron en el lugar para realizar las pericias dispuestas por el fiscal Carlos Albaca.

Pensó en irse

Hace 45 años que Carlos Alberto Ibáñez tiene su puesto de venta de diarios y revistas en esa esquina. Pero el lunes, por primera vez, pensó en retirarse. "Cuando me enteré del accidente lo primero que pensé fue en abandonar la parada, dejar de trabajar, porque es muy peligroso. Me podría haber pasado a mí o a cualquiera que esté pasando por la vereda", contó el vendedor.

"Más de una vez he visto cómo se me venía el colectivo encima y en esos momentos pensaba lo peor, porque a veces venían distraídos los choferes", agregó Ibáñez. María Fernanda González, empleada de la panadería que está en la ochava de enfrente, dijo que si bien es cierto que es la primera vez que ocurre una tragedia así, es común que los colectivos suban al menos una rueda a la vereda. "El colectivo dobla al ras, era sabido que en algún momento iba a pasar algo así. Hay ciertas líneas que andan a las 'chapas', todos quieren ganarle al semáforo y acá se trepan a la vereda como si nada para hacer el codo", afirmó.

La noche del accidente, el reclamo de los vecinos fue unánime: es una esquina cerrada y peligrosa para que doblen los colectivos.