Los abuelos, presas fáciles del "cuento del tío"

Los abuelos, presas fáciles del "cuento del tío"

No están a salvo ni en la calle ni en su casa. Las personas de la tercera edad suelen ser víctimas de asaltos, estafas, abandono, maltratos y engaños. Sin embargo, la Policía remarcó que las modalidades más frecuentes en Tucumán son los arrebatos y "cuentos del tío", que se cometen en los alrededores de los bancos cuando los jubilados salen de cobrar

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21 Octubre 2013

Saben que son débiles, que no tienen la suficiente fuerza física para defenderse y subestiman su inteligencia. Por eso, junto con las mujeres, los adultos mayores son las presas favoritas de arrebatadores, estafadores, asaltantes y personas violentas. De ello pueden dar fe Patricia (53), "Pirucho" (74), Elsa (72) y Marta (76), que charlaron con LA GACETA a la salida de una clase en la sede del EPAM (Educación para adultos mayores), y contaron sus experiencias.

Una supuesta representante de la Asociación Protectora de Animales tocó el timbre en la casa de Patricia hace 10 días. Se presentó como veterinaria y anunció que estaba realizando una campaña de vacunación antirrábica. Patricia le abrió la puerta y la mujer vacunó a su perrita. "Cuando le pregunté cuánto le debía, me pidió $ 100", recordó sorprendida la mujer. "El error era mío por haberle permitido entrar, así que le pagué -agregó Patricia-. Pero después hablé con mis vecinas y en todas las casas había hecho lo mismo".

La falsa veterinaria había dejado una hoja membretada con sus datos y un teléfono. Patricia marcó ese número y la atendió un hombre. "Este es un taller mecánico, señora. Pero no me sorprende su consulta porque ya fueron muchas las personas que llamaron preguntando lo mismo", le contestó.

"A mi papá le ofrecieron dólares en la puerta del banco y no aceptó porque ya estaba avisado. ¡Y ahora a mí me vienen a hacer el 'cuento del tío'!", comentó la mujer.

En la calle

Al igual que el padre de Patricia, "Pirucho" estaba al tanto de las estafas callejeras el día que un hombre de traje gris salió de un garaje céntrico y le ofreció una filmadora. El vendedor le dijo que era la única que le había quedado y que por eso la tenía a tan buen precio. "Por supuesto que me interesaba, pero le pedí que nos encontremos más tarde cuando esté conmigo alguien que conozca de cámaras", relató "Pirucho". El vendedor no apareció nunca más.

Elsa y Marta son amigas. No sólo comparten el gusto por las actividades que realizan todos los días en el EPAM, sino que ambas tuvieron alguna experiencia con delincuentes. A Elsa le arrebataron su cartera cuando estaba sentada en un bar de barrio Norte, mientras que a Marta intentaron hacerle lo mismo cuando caminaba rumbo a misa. "Me di vuelta y le grité tantas cosas, que el ladrón salió corriendo y se escapó en una moto", recordó Marta con picardía.

Abandono

Para su desgracia, la calle no es el único lugar donde los adultos mayores están expuestos a maltratos y abusos. Lo más triste es que muchas veces son sus mismos parientes quienes se aprovechan de su condición. El Centro de Atención y Orientación en Violencia Familiar, que funciona en Don Bosco 1886, recibe alrededor de 20 consultas mensuales relacionadas con violencia y abandono de adultos mayores. Sin embargo, apenas un 25% de esas consultas se convierte en denuncia.

La psicóloga Patricia Santucho, coordinadora de ese servicio, explicó: "los tipos de violencia siempre son los mismos, la diferencia está en cómo se la ejerce. En el caso del adulto mayor vemos mucho abandono de persona, negligencia en los cuidados y manipulación del patrimonio económico".

Según mencionó la especialista, suelen ser los vecinos quienes se acercan a contar que a determinado abuelo no lo acompañan al médico, no le compran los remedios, no le dan de comer o no le cambian los pañales. También afirmó que en algunos casos son los propios hijos quienes le quitan el sueldo o le hacen firmar préstamos y créditos para comprarse una moto o un LCD.

Abuso de confianza

La versión de Santucho fue ratificada por el comisario Hugo Cabeza, segundo jefe de la sección Robos y Hurtos. "Existen los abusos de confianza, que son delitos que se cometen cuando los abuelos le dan a algún familiar un poder para que le manejen la tarjeta o el haber jubilatorio", explicó. Y agregó que, al no tener control sobre su dinero, la persona que está a cargo del adulto mayor le dice que un determinado mes cobró menos y se queda con la plata. "Pasa lo mismo con la documentación de las propiedades o los autos. Los hacen firmar transferencias en blanco", añadió el comisario.

Cabeza aclaró que puede hablarse de maltrato contra los adultos mayores tanto cuando tienen que hacer colas muy largas para cobrar como cuando los discriminan y someten a violencia física y verbal en los hogares.

Respecto a las estafas -de las que también son víctimas frecuentes-, destacó que los casos suelen resolverse. "Generalmente se logra detectar quiénes están detrás de las falsificaciones de billetes y quiénes se dedican a estafar con tarjetas y créditos", resaltó. Sin embargo, señaló que ese tipo de delitos no es tan habitual en Tucumán como lo son los arrebatos y los "Cuentos del Tío", dos clásicos en la provincia.

LAS MODALIDADES MÁS FRECUENTES

"Cuento del tío"
LA HABILIDAD DE ENGAÑAR EN SU MÁXIMO ESPLENDOR 

La Policía define al "Cuento del Tío" como una especie de estafa donde una persona con gran habilidad para hablar simula conocer a la víctima, que acaba de cobrar su jubilación. Se para en las cercanías del banco y se muestra sumamente afectuoso con la persona elegida para cometer el engaño. Saluda al jubilado con familiaridad y, mientras lo abraza con fuerza, un cómplice le mete las manos en los bolsillos o la cartera y le saca el sueldo. Otra alternativa es acercarse al jubilado con un paquete de dinero que aparenta llegar a los $ 15.000. "¡Señor, mire lo que acabamos de encontrar!", le dice con tono cómplice a la víctima y le propone repartir el botín. Al final, le ofrece que se lleve el paquete completo a cambio del dinero que tenga encima. Al llegar a su casa, la víctima descubre que sólo había recortes de diario con billetes falsos en los extremos del fajo.

Arrebato
EL DELITO QUE MAYORES SECUELAS DEJA EN LAS PERSONAS DE LA TERCERA EDAD 

Por lo general, los delincuentes que se dedican a arrebatarles el sueldo a los jubilados actúan en pareja. Según explicó la Policía, uno de ellos se encarga de "marcar" (identificar) a la víctima dentro del banco y luego le transmite por teléfono a su cómplice la descripción del hombre o la mujer que acaba de retirar su jubilación. Como la zona bancaria suele estar rodeada de policías, el arrebato se concreta recién cuando la víctima se alejó de ese sector. En la mayoría de los casos, el arrebatador se mueve en moto o bicicleta y actúa con violencia al momento de arrancarle la cartera o el bolso donde el jubilado lleva el dinero. El comisario Hugo Cabeza calificó a este delito como uno de los más complicados para los adultos mayores. "Como los golpean y los empujan, muchas veces terminan quebrándose un brazo, la rodilla o la cadera", explicó.

Estafa
EL PODER DE ACCEDER A LA DOCUMENTACIÓN PERSONAL DE LOS JUBILADOS 

La mayoría de las veces las estafas son cometidas por los mismos arrebatadores, quienes ya lograron tener acceso a la documentación personal de la víctima. Existen varias modalidades de estafas, pero dos de ellas son las más frecuentes en Tucumán. Por un lado, está el delincuente que utiliza el DNI del jubilado para acceder a préstamos o sacar créditos para comprar electrodomésticos. Y, por otra parte, están los estafadores que llaman por teléfono a la víctima simulando ser un representante del banco donde percibe su jubilación. Mediante falsos argumentos convence al adulto mayor de concretar una cita para realizar una transacción bancaria que puede consistir -por ejemplo- en cambiar su depósito en pesos a dólares. Cuando la víctima llega al lugar acordado con su dinero, los estafadores se quedan con los billetes.

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