Una de cada ocho personas padece hambre

Una de cada ocho personas padece hambre

Organizaciones alimentarias calcularon que 842 millones de habitantes están desnutridos.

02 Octubre 2013
MILÁN.- Una de cada ocho personas en el mundo sufre desnutrición crónica, denunciaron ayer las agencias alimentarias de Naciones Unidas. La Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Programa Mundial de Alimentos (WFP) y el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (IFAD) advirtieron a los líderes mundiales que algunas regiones no conseguirán reducir a la mitad el número de personas afectadas por el hambre hasta 2015.

En su Informe del Estado de la Inseguridad Alimentaria en el Mundo, las oficinas de la ONU estimaron que 842 millones de personas sufrieron hambre crónica en el período 2011-2113, lo que implica el 12% de la población del planeta. Más allá de la gravedad de la situación, la nueva cifra es casi 50 millones de personas menos que la proyectada para el año pasado y cinco puntos menos que el 17% registrado en el período 1990-1992.

La gran mayoría de las personas que sufren hambre (827 millones) viven en países en desarrollo, donde se estima que la desnutrición es del 14,3% según el documento.

África sigue siendo la región con la mayor prevalencia de desnutrición, con más de una de cada cinco habitantes, mientras que la mayoría de las personas con hambre están en el sur de Asia.

En el informe se remarcó que los progresos eran desiguales, y se señalaron los lugares de mayor dificultad. "Los países que han experimentado un conflicto durante las últimas dos décadas son más propensos a sufrir reveses significativos en la reducción del hambre; los países sin litoral se enfrentan a desafíos persistentes en el acceso a los mercados mundiales, y los que tienen infraestructuras pobres e instituciones débiles se enfrentan a restricciones adicionales en su desarrollo", se precisó.

Las políticas dirigidas a impulsar la productividad agrícola y la disponibilidad alimentaria son cruciales para reducir el hambre incluso donde la pobreza está extendida. "Si se combinan con la protección social y medidas que aumentan los ingresos de las familias para comprar comida, pueden tener un efecto aún más positivo e incitar el desarrollo rural", señalaron. (Reuters)

Comentarios