Ganancias se cuela otra vez en la campaña

Ganancias se cuela otra vez en la campaña

El Ejecutivo nacional trata de acomodar la situación con el fin de modificar el humor social por las medidas económicas postergadas. El Gobierno nacional intenta dar un giro a su política económica, con el fin de captar a una porción del electorado que le ha sido esquiva en las primarias: la clase media

21 Agosto 2013
El PEN prevé bajar el impuesto 

El Gobierno nacional avanzó en los últimos días en el estudio de una modificación en la cuarta categoría del Impuesto a las Ganancias, que pagan los trabajadores en relación de dependencia. La presidenta, Cristina Fernández, tomó la decisión de actualizar el tributo, rezagado por la inflación y la evolución de las paritarias. Un importante integrante de la CGT oficial, que pidió no ser identificado, aseveró que el anuncio podría ocurrir en las próximas dos semanas. Martín Insaurralde admitió que el Gobierno analiza el tema. Y Sergio Massa tiene un proyecto que incluye una actualización del mínimo de Ganancias del 30%. El 28 de enero, el Gobierno anunció la suba del 20% al mínimo no imponible. Desde entonces, pagan ese impuesto los trabajadores solteros con un salario bruto mensual de $ 8.360 y los casados con dos hijos que ganan $ 11.563 brutos.

Tributo a las acciones y bonos

El Poder Ejecutivo cree que gravar la renta financiera podría funcionar como un gesto político (estaría bien visto por los trabajadores que la especulación financiera pague Ganancias) y además se enviaría un mensaje a los bancos. El diputado oficialista Héctor Recalde rechazó de plano que las iniciativas contra la especulación impulsadas desde el oficialismo afecten a los ahorristas. Tras afirmar que "nosotros privilegiamos el ahorro nacional", explicó que los beneficios que se impulsan alcanzan al pequeño inversor y al empresario que reinvierta sus ganancias en la producción y los servicios, porque "al que reinvierte sus utilidades lo vamos a promocionar". En cambio, "vamos a gravar la timba financiera", dijo, y señaló como parte de esas prácticas a "quienes especulan en la Bolsa con la compra y venta de bonos, títulos y acciones".

Bajar la jornada de trabajo 

El legislador del FPV Héctor Recalde defendió la idea de acortar la jornada laboral en beneficio de "los trabajadores y sus empleadores" porque con turnos de menos horas "disminuyen los riesgos en el trabajo, aumenta la producción y mejoran las ganancias". Dijo que "reducir el tiempo de trabajo de 48 a 45 horas semanales pondría a disposición de personas sin empleo 200.000 puestos". Señaló como ejemplo que "si hay dos personas trabajando 12 horas por día, impiden que un tercero trabaje ocho", por lo que "hay que dividir esas 24 horas de trabajo por tres y no por dos para terminar con la sobreocupación y crear más empleo". Dijo también que hay que profundizar la baja del trabajo informal, porque "a pesar de que se bajó del 50% en 2001 y 2002 al 34,2% actual, que es muy bueno, aún es alta la cantidad de trabajadores en negro".

Hoy se anunciarán medidas en tres líneas de trenes 

Hoy se publicará en el Boletín Oficial una nueva medida del Gobierno nacional respecto del servicio ferroviario de la Ciudad de Buenos Aires y el área metropolitana. La operación de las líneas San Martín, Belgrano Sur y Roca pasarán a manos de la Sociedad Operadora Ferroviaria (Sofse), luego de haber sido gerenciadas por una empresa mixta llamada Ugofe (Unidad de Gestión Operativa Ferroviaria de Emergencia).

Por el momento no trascendió qué sucederá con las líneas Sarmiento y Mitre, porque quedaron excluidas de la resolución firmada por el ministro del Interior y Transporte. Luego del accidente de Once, cuando se puso la lupa sobre el mal estado de los ferrocarriles metropolitanos, el Gobierno nacional comenzó a implementar un cambio de rumbo respecto de las políticas de transporte ferroviario. Primero se quitó de la órbita del Ministerio de Planificación a la Secretaría de Transporte, que pasó al ámbito del Ministerio del Interior, a cargo de Florencio Randazzo.

A partir de allí, se fueron disponiendo una serie de estatizaciones de servicios. En un nuevo paso hacia la estatización total, trascendió que las líneas San Martín, Belgrano Sur y Roca pasarán a manos del Estado nacional a partir de hoy.

El presupuesto: amplían los fondos con $ 51.000 millones 

El Gobierno dispuso una ampliación del presupuesto por más de $ 51.000 millones destinados a gastos de diferentes áreas, que abarcan prácticamente toda la administración pública nacional, con la excepción del Poder Judicial. La medida se dispuso mediante el decreto de necesidad y urgencia 1170/2013, publicado en la edición de ayer del Boletín Oficial, con la firma de la presidenta, Cristina Fernández; el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, y todos los ministros del gabinete. Según los considerandos del DNU, la ampliación del gasto se financia con $ 12.000 millones provenientes de mayores utilidades del Banco Central (BCRA); $ 20.270 millones de la "disminución de los créditos presupuestarios originalmente destinados a la atención del pago de los valores negociables vinculados al Producto Bruto Interno (PBI)", y $ 19.381 millones de un "mayor uso de fuentes de financiamiento". Más de $ 33.000 millones de los $ 51.657 millones, corresponden a pagos de subsidios a empresas públicas y privadas y de esa suma, más de la mitad a la importación de combustible a través de Cammesa y Enarsa. La propia Presidenta admitió en los considerandos del decreto que parte de la ampliación de gastos autorizada es "para la importación de energía eléctrica".

La inflación sigue inquietando

El control de la inflación aparece en primer lugar entre las prioridades económicas del país, seguido por la preocupación de que se generen más empleos y el combate contra la pobreza. Así lo reflejó una encuesta realizada por la Universidad Católica Argentina (UCA). El sondeo también arrojó que las expectativas económicas de los argentinos registraron en julio una caída de un 1,6% con respecto a igual mes de 2012, aunque mejoraron 3% frente a junio. El trabajo se realizó entre el 19 y el 29 del mes pasado y reflejó que 37% de los consultados cree que la situación económica actual del país es "bastante mala o muy mala". En relación a las tres prioridades económicas del país, el 58% de los encuestados mencionó, en primer lugar, la importancia de controlar la inflación, dos puntos superior al 56% verificado en julio de 2012.

Dos variables: 
el crecimiento y el mundo 

Los ciclos expansivos han sido siempre un buen marco para hacer campaña electoral. Si bien la actividad económica se ha expandido a un ritmo del 5,1% durante el primer semestre, se espera una nueva desaceleración para terminar el año con un crecimiento por encima del 3,5%. Esto dispararía el pago del cupón PBI por unos U$S 2.500 millones para fines de 2014. Pero a ese factor interno se le suma otra variable: el mundo. Tal vez la cotización internacional de la soja y un lento crecimiento de Brasil -socio comercial de la Argentina- no jueguen del todo en favor de la Argentina. De todas maneras, el Gobierno continuará con su política de mantener bajo control al dólar, tanto con intervención en el mercado como con la continuidad del cepo cambiario. De esa manera, preservaría las reservas del Banco Central, una de las fortalezas del modelo.

LAS ACCIONES PENDIENTES 

El Gobierno nacional no ha dado señales de que asumirá costos políticos y económicos antes de octubre. Pero, ¿qué puede suceder después? Dante Sica, de Abeceb.com, estima que lo más probable es que se observen algunas medidas, como un ajuste en las tarifas energéticas, o una depreciación más acelerada del peso, pero siguiendo la regla de hacerlo sin una mirada integral. Y manteniendo un esquema de elevada intervención, tanto sobre la macro como sobre la micro. Con estas iniciativas, las autoridades podrían "comprar" algo de tiempo, pero las correcciones no serán suficientes para resolver los desequilibrios existentes. Mientras tanto, dice el ex secretario de Industria de la Nación, el tiempo seguirá corriendo. Y cuánto más se demore la política económica, mayor será el riesgo de que el ajuste se materialice de forma abrupta y desordenada.

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