La masacre de islamistas agrava la crisis política

La masacre de islamistas agrava la crisis política

El Ejército disparó contra una multitud de los Hermanos Musulmanes y mató a mas de 50 seguidores del expresidente Mohamed Mursi. La cantidad de víctimas mortales supera las 51 personas. Abren una investigación. Los salafistas abandonan negociaciones

09 Julio 2013
EL CAIRO.- Entre 51 y 55 personas murieron ayer y 435 resultaron heridas en Egipto cuando el Ejército abrió fuego contra manifestantes que respaldan al derrocado presidente, Mohamed Mursi. Los disparos se produjeron cerca de la sede de la Guardia Republicana, donde supuestamente está retenido el exmandatario, cuando los simpatizantes de los Hermanos Musulmanes intentaron cercar el lugar.

En la zona se veían manchas de sangre por doquier y paredes perforadas por balazos, y había un aire cargado de olor a pólvora. Tras la represión, los militares bombardearon un edificio en el que los últimos dos pisos estaban oficinas de la agrupación islamista, que quedaron prácticamente destruidos por el incendio.

"Las Fuerzas Armadas siempre lidian las situaciones con inteligencia, pero la paciencia tiene un límite", sostuvo el vocero militar, Ahmed Ali, quien dijo que se repelió un ataque. "Estábamos orando al amanecer y escuchamos los tiros", relató, a su vez, Abdelaziz Abdel Shakua, uno de los movilizados. "Dejen el Gobierno y vuelvan a los cuarteles", "Nosotros no los votamos", "Venganza, venganza" y "Respeten la democracia", fueron algunas de las consignas cantadas por la multitud en la mezquita Rabaa al Adaweya.

Por orden del presidente interino, Adli Mansur, la Fiscalía General inició una investigación sobre lo ocurrido, que elevó a más de 80 la cifra de muertos desde la semana pasada.

La masacre fue repudiada por Turquía y Túnez, mientras que Alemania y el Reino Unido reclamaron explicaciones por el hecho. EEUU guardó silencio. El Ejército expulsó de su conferencia de prensa a los enviados de la televisora qatarí Al Yazira, ya que el emirato de Qatar fue un fuerte apoyo de Mursi.

Como consecuencia de los incidentes, el partido ultraconservador salafista Al Nur (La Luz), que inicialmente apoyó el golpe de Estado, se retiró de las negociaciones que buscan formar un Gobierno interino. Este alejamiento significa un serio problema para el Gobierno de transición, ya que Al Nur representaba un tercio del disuelto Parlamento y junto con el Partido de la Justicia y la Libertad (PLJ), brazo político de los Hermanos Musulmanes, tenían el 65% de los escaños.

Las conversaciones entre los partidos sobre el nombre del futuro primer ministro están congeladas. Ya fueron bloqueados los dos candidatos favoritos: el premio Nobel de la Paz, Mohamed el Baradei, y el socialdemócrata, Siad Bahaa el Din, quienes tenían aval occidental. (DPA-Télam-Reuters)

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