12 Mayo 2002
EMPRENDIMIENTO. Terán Molina sería el propietario del camping.
El abogado Gustavo Brígido Terán Molina cobró notoriedad en la década del 80 cuando, con un recurso legal, adquirió derechos hereditarios sobre una finca ubicada en Alto de Anfama. Con los papeles que le otorgaban la propiedad, intentó desalojar a los antiguos ocupantes de la tierra. De hecho, el letrado consiguió que muchas familias dejaran el lugar para ir a engrosar las villas de emergencia del Gran San Miguel de Tucumán.
En 1990, durante la intervención federal que encabezó Julio César Aráoz, las tierras en disputa fueron expropiadas y devueltas a quienes habían tenido por décadas la posesión pacífica de las parcelas.Aquella también fue una historia de violencia y amenazas, e incluyó la muerte del capataz de Terán Molina, Eduardo O?Brien. En ese momento, el abogado fue denunciado por funcionarios y por legisladores provinciales, entre ellos, el entonces senador Antonio Guerrero, cuyo yerno posee hoy una de las tierras en litigio en El Nogalito. En 1992, Terán Molina fue sobreseído por el entonces juez Jorge Lobo Aragón (hoy interventor de Yerba Buena) de los delitos de defraudación, robo, abuso de armas, amenazas y violación de domicilio. La sentencia se dictó por haber prescripto la acción penal.
Diálogo frustrado
LA GACETA intentó comunicarse con Terán Molina para conocer su versión de los hechos. Como es habitual, se habló por teléfono a su estudio para concertar una entrevista, pero no estaba. Entonces, se dejó un número de teléfono.
El abogado llamó luego a LA GACETA, y tras preguntar "¿quién es usted? y ¿por qué me llama por teléfono?", se negó a hablar del tema.
En 1990, durante la intervención federal que encabezó Julio César Aráoz, las tierras en disputa fueron expropiadas y devueltas a quienes habían tenido por décadas la posesión pacífica de las parcelas.Aquella también fue una historia de violencia y amenazas, e incluyó la muerte del capataz de Terán Molina, Eduardo O?Brien. En ese momento, el abogado fue denunciado por funcionarios y por legisladores provinciales, entre ellos, el entonces senador Antonio Guerrero, cuyo yerno posee hoy una de las tierras en litigio en El Nogalito. En 1992, Terán Molina fue sobreseído por el entonces juez Jorge Lobo Aragón (hoy interventor de Yerba Buena) de los delitos de defraudación, robo, abuso de armas, amenazas y violación de domicilio. La sentencia se dictó por haber prescripto la acción penal.
Diálogo frustrado
LA GACETA intentó comunicarse con Terán Molina para conocer su versión de los hechos. Como es habitual, se habló por teléfono a su estudio para concertar una entrevista, pero no estaba. Entonces, se dejó un número de teléfono.
El abogado llamó luego a LA GACETA, y tras preguntar "¿quién es usted? y ¿por qué me llama por teléfono?", se negó a hablar del tema.
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