14 Diciembre 2012
SINIESTRO CONTRASTE. El color "natural" de Patricia Krentcil y el extremo a los que ha llegado en su obsesión por estar bronceada.
Necesitan estar bronceados a toda costa, y, aun más preocupante si cabe, perciben que su piel se ve blanca incluso a pesar de estar morenos. ¡Alerta! Pueden estar sufriendo tanorexia... Una historia para mostrarte hasta dónde se puede llegar: Patricia Krentcil, de Nueva Jersey (EE.UU), no solo no soporta su propio color de piel, sino que fue acusada de someter a su hija de cinco años a una cámara de bronceado con rayos UV. Salió de la cárcel bajo fianza.
Todos conocemos la anorexia, y la bulimia, pero seguramente no habías oído hablar de esta otra enfermedad relacionada con la belleza. Al igual que los desórdenes alimentarios, procede de una falsa imagen de sí mismo, y es preocupante porque crece el porcentaje de quienes la padecen, aunque se publicita poco.
Los expertos coinciden en que esta enfermedad se da mayormente en mujeres de entre 20 y 40 años, pero el porcentaje de varones ha aumentado significativamente.
Llega a tanto la obsesión, que durante el invierno estas personas se someten compulsiva y descontroladamente a largas sesiones de cama solar. Y llevan adelante actos irresponsables, como tomar sol en las horas centrales del día para broncearse más rápido, sabiendo que son las horas más peligrosas.
Síntomas
• Bronceado intenso todo el año y mal humor si no pueden estar todo el tiempo al sol (lo que en otras patologías se conoce como síndrome de abstinencia).
• Quemaduras que tratan de ocultar con maquillaje.
• Envejecimiento prematuro en la piel.
• Situaciones de ansiedad.
• Frustración causada por su color de piel (fototipo).
¿Qué hacer?
Como con los trastornos alimentarios como la anorexia, esta conducta debe ser tratada por especialistas: psicólogos, que traten la compulsión, y dermatólogos, que ayuden a recuperarse de las lesiones que dejarán en la piel las exposiciones excesivas al sol o a sus reemplazantes.
Todos conocemos la anorexia, y la bulimia, pero seguramente no habías oído hablar de esta otra enfermedad relacionada con la belleza. Al igual que los desórdenes alimentarios, procede de una falsa imagen de sí mismo, y es preocupante porque crece el porcentaje de quienes la padecen, aunque se publicita poco.
Los expertos coinciden en que esta enfermedad se da mayormente en mujeres de entre 20 y 40 años, pero el porcentaje de varones ha aumentado significativamente.
Llega a tanto la obsesión, que durante el invierno estas personas se someten compulsiva y descontroladamente a largas sesiones de cama solar. Y llevan adelante actos irresponsables, como tomar sol en las horas centrales del día para broncearse más rápido, sabiendo que son las horas más peligrosas.
Síntomas
• Bronceado intenso todo el año y mal humor si no pueden estar todo el tiempo al sol (lo que en otras patologías se conoce como síndrome de abstinencia).
• Quemaduras que tratan de ocultar con maquillaje.
• Envejecimiento prematuro en la piel.
• Situaciones de ansiedad.
• Frustración causada por su color de piel (fototipo).
¿Qué hacer?
Como con los trastornos alimentarios como la anorexia, esta conducta debe ser tratada por especialistas: psicólogos, que traten la compulsión, y dermatólogos, que ayuden a recuperarse de las lesiones que dejarán en la piel las exposiciones excesivas al sol o a sus reemplazantes.
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