Tienen mil recetas para ponerte a bailar

En sus primeras entrevistas zafaban contestando que su estilo estaba "en vías de definición" y así abrían el paraguas bajo el cual en sus shows entraba todo: rock, pop, ska, reggae, bolero, un poquito de cumbia, otro de tango, otro de disco. Hoy se admiten resignados. "Nuestro estilo es tener muchos estilos a la vez", resume Mara Santucho, voz y líder de Los Cocineros, el grupo cordobés que esta noche no escatimará en condimentos para ponerle sabor a la Fiesta Picante. Allí tocarán con los tucumanos de Mano e Mono.

La banda, que recibe ese nombre por la intención de sus integrantes de homenajear al oficio de la cocina, pretende rescatar del olvido a canciones -de las más variadas- que han perdido vigencia. Así, son destacables sus versiones de "Fumando espero", "Quizás, quizás, quizás" o "Amor de músico", entre otras. Pero también, entusiasmados por la buena repercusión de sus presentaciones, sus miembros han liberado su creatividad para crear un repertorio propio, que se contagia del eclecticismo de los covers.

- ¿Qué temáticas abordan las canciones?

- Del amor, en sus diferentes formas: no solo del de las parejas, sino también del de un padre por su hijo, por ejemplo, ahora que tenemos un compañero que acaba de ser papá. Y las escribimos todos; para nuestro próximo disco, "Crack, discocho crocante", aportamos todos alguna letra. Eso le da diversidad.

- ¿Su multiplicidad de ritmos tiene que ver con sus influencias?

- Sí, nuestras familias escuchaban distintos ritmos. Alguna vez dije que hasta Lía Crucet nos había influenciado. No es que tenga la discografía completa de ella, pero por ejemplo el tema "No me importa el dinero", que ahora canta Julieta Venegas con Los Auténticos Decadentes, fue compuesto para Crucet. ¡Y es hermoso! Nos gusta hacer la música que nos sale.

- ¿Por qué homenajean a los cocineros y no a otro oficio?

- Cuando formamos el grupo, hace 11 años, queríamos encontrarle una vuelta teatral a nuestros shows porque nos daba vergüenza el enfrentamiento con el público (N. de la R.: Santucho, además de cantante, es actriz). Entonces lo de los cocineros surgió por una cuestión escénica y de vestuario. Después nos dimos cuenta de que también podíamos jugar con mezclar instrumentos y sabores.

- ¿Alguna vez proyectaron asentarse en Buenos Aires?

- Lo pensamos, pero Córdoba nos nutre de cosas que allá no tendríamos, si bien todo es más lento y no tenemos la difusión que otras bandas consiguen en la Capital en menos tiempo. Es difícil, pero cada uno puede hacer su camino desde su lugar. Tampoco Buenos Aires te garantiza miles de oportunidades.

- ¿Es mala suerte enamorarse de un músico, como dice la canción?

- Y... las veces que me enamoré de un músico muy bien no me fue.