16 Octubre 2012
Ante la escasez de repuestos, sólo algunos pueden sustituirse por artículos nacionales
A los automovilistas les cuesta cada vez más conseguir componentes de motor de inyección o de refrigeración, entre otras piezas. En comercios coinciden en que cayeron las ventas y el stock, desde un 40% hasta el faltante total. Hubo además un incremento del precio de un 20% en el año
REPOSICIÓN EN CAÍDA. Las estanterías de un local de repuestos mostrando otra realidad tiempo atrás; comerciantes advierten hoy faltante de insumos. LA GACETA / FOTO DE INES QUINTEROS ORIO
Los automovilistas tucumanos sortean no sólo el faltante de neumáticos, sino también la escasez de repuestos. En los locales y empresas de venta de autopartes de la capital provincial se profundizó en los últimos meses el faltante de distintas piezas para vehículos, como consecuencia de las trabas a las importaciones.
El impacto de la medida del Gobierno nacional desembocó además en la caída de stock, desde un 40% hasta la carencia total; en el aumento del precio de los artículos, de entre un 15% y un 20%, y la disminución del volumen de las operaciones en el mercado.
Las restricciones al ingreso de insumos importados repercutieron en todas las marcas y variedades. Los comerciantes coincidieron, a partir de un relevamiento de LA GACETA, en que los más afectados son los modelos de automóviles fabricados desde 2000, y que la fabricación nacional no ha reemplazado la oferta en el mercado automotriz.
"Es durísima la situación. El faltante se siente tanto en piezas alternativas como originales", expresó Marcelo Parrón, gerente de Chevro-Noa. Juan Pablo Amaya, encargado de Ford Tucumán -revendedor-, ha ilustrado el efecto de la política comercial en este segmento, al afirmar que es dificultoso conseguir ópticas, entre otras partes del frente del vehículo, para camioneta Ranger o para el Ka.
"Se resiente en los últimos modelos, aunque en algunos existen alternativas de segunda mano, de fabricación argentina", agregó.
Por su parte, Naum Alperovich, de León Alperovich, concesionaria oficial de Ford, afirmó que la terminal respondió a un 98% del soporte total de las piezas y que sólo un 2% registra demoras. Dante Auad, propietario de Peu-Fiat, remarcó que "el surtido" de autopartes se reduce cada vez más. "Fiat y Peugeot están reponiendo. Pero se va haciendo difícil conseguir. De 20 juegos de cojinetes, se entregan cinco", explicó.
Los comerciantes vienen usando todas sus estrategias de convencimiento para sostener las operaciones comerciales, debido a que la provisión de repuestos tiene ya demoras de entre 30 y 40 días, y más.
La escasez de productos para el automotor también afectó a las áreas de electrónica y refrigeración. Ello se debió a que en el país no se ha logrado fabricar las mismas piezas.
Los últimos diseños de automóviles vienen ensamblados con radiadores de aluminio, componente que no se fabrica aún en Argentina, describieron como uno de los casos.
Los dueños de autos a motor de inyección padecieron, en particular, el desabastecimiento a raíz de la provisión discontinua de piezas importadas, que no pudieron ser reemplazados por la producción nacional.
"En inyección, hay componentes que se fabrican en Brasil y no llegan. Tampoco las alternativas de origen italiano o chino", puntualizaron en Bacar Repuestos.
Estado de situación
En los últimos meses, la venta disminuyó en algunas casas de repuestos y se registraron incrementos de los precios de esos productos.
La suba de los insumos variaron entre un 6% y un 7% mensualmente. Y en lo que va del año, según el repuesto y el comercio, alcanzó un 20%. "Se espera un nuevo ajuste de un 8% en noviembre", advirtió uno de los comerciantes.
El mercado local se nutre hoy con insumos originales provistos de forma directa por las terminales, o empresas automotrices, y por el mercado de reposición con marcas alternativas de componentes. En ambos segmentos se registraron aprovisionamientos irregulares, tal como sucedió en la plaza de neumáticos.
El plan estratégico industrial del Gobierno impulsa la sustitución de importaciones en el sector automotriz-autopartes. "Las terminales deben empezar a integrar cada vez más y las autopartistas deben ser más competitivas", había dicho en agosto la ministra la cartera gubernamental, Débora Giorgi, tras una reunión con empresarios del sector. Entonces, las proveedoras de componentes fabricados en el país habían garantizado un abastecimiento en condiciones de precio, cantidad y calidad.
El impacto de la medida del Gobierno nacional desembocó además en la caída de stock, desde un 40% hasta la carencia total; en el aumento del precio de los artículos, de entre un 15% y un 20%, y la disminución del volumen de las operaciones en el mercado.
Las restricciones al ingreso de insumos importados repercutieron en todas las marcas y variedades. Los comerciantes coincidieron, a partir de un relevamiento de LA GACETA, en que los más afectados son los modelos de automóviles fabricados desde 2000, y que la fabricación nacional no ha reemplazado la oferta en el mercado automotriz.
"Es durísima la situación. El faltante se siente tanto en piezas alternativas como originales", expresó Marcelo Parrón, gerente de Chevro-Noa. Juan Pablo Amaya, encargado de Ford Tucumán -revendedor-, ha ilustrado el efecto de la política comercial en este segmento, al afirmar que es dificultoso conseguir ópticas, entre otras partes del frente del vehículo, para camioneta Ranger o para el Ka.
"Se resiente en los últimos modelos, aunque en algunos existen alternativas de segunda mano, de fabricación argentina", agregó.
Por su parte, Naum Alperovich, de León Alperovich, concesionaria oficial de Ford, afirmó que la terminal respondió a un 98% del soporte total de las piezas y que sólo un 2% registra demoras. Dante Auad, propietario de Peu-Fiat, remarcó que "el surtido" de autopartes se reduce cada vez más. "Fiat y Peugeot están reponiendo. Pero se va haciendo difícil conseguir. De 20 juegos de cojinetes, se entregan cinco", explicó.
Los comerciantes vienen usando todas sus estrategias de convencimiento para sostener las operaciones comerciales, debido a que la provisión de repuestos tiene ya demoras de entre 30 y 40 días, y más.
La escasez de productos para el automotor también afectó a las áreas de electrónica y refrigeración. Ello se debió a que en el país no se ha logrado fabricar las mismas piezas.
Los últimos diseños de automóviles vienen ensamblados con radiadores de aluminio, componente que no se fabrica aún en Argentina, describieron como uno de los casos.
Los dueños de autos a motor de inyección padecieron, en particular, el desabastecimiento a raíz de la provisión discontinua de piezas importadas, que no pudieron ser reemplazados por la producción nacional.
"En inyección, hay componentes que se fabrican en Brasil y no llegan. Tampoco las alternativas de origen italiano o chino", puntualizaron en Bacar Repuestos.
Estado de situación
En los últimos meses, la venta disminuyó en algunas casas de repuestos y se registraron incrementos de los precios de esos productos.
La suba de los insumos variaron entre un 6% y un 7% mensualmente. Y en lo que va del año, según el repuesto y el comercio, alcanzó un 20%. "Se espera un nuevo ajuste de un 8% en noviembre", advirtió uno de los comerciantes.
El mercado local se nutre hoy con insumos originales provistos de forma directa por las terminales, o empresas automotrices, y por el mercado de reposición con marcas alternativas de componentes. En ambos segmentos se registraron aprovisionamientos irregulares, tal como sucedió en la plaza de neumáticos.
El plan estratégico industrial del Gobierno impulsa la sustitución de importaciones en el sector automotriz-autopartes. "Las terminales deben empezar a integrar cada vez más y las autopartistas deben ser más competitivas", había dicho en agosto la ministra la cartera gubernamental, Débora Giorgi, tras una reunión con empresarios del sector. Entonces, las proveedoras de componentes fabricados en el país habían garantizado un abastecimiento en condiciones de precio, cantidad y calidad.
Lo más popular
