12 Octubre 2012
SEGUIMIENTO. Este es el dispositivo diseñado en la UNT que será colocado en el collar de cada una de las vicuñas. FOTO GENTILEZA FACEYT - LA GACETA / HECTOR PERALTA
Empezaron como jóvenes estudiantes que debían cumplir con su obligación curricular presentando un trabajo final para acceder a su título de ingenieros en Computación de la Facultad de Ciencias Exactas y Tecnología (Faceyt) de la UNT. El proyecto se materializó, se graduaron, recibieron sus diplomas y su trabajo significó un oportuno aporte científico. Se trata de Sebastián Arias, Gabriel Berarducci y Héctor Francisco (h), quienes trabajaron bajo la dirección de los ingenieros Esteban Volentini y Daniel Cohen, docentes del Laboratorio de Microprocesadores.
El grupo desarrolló un dispositivo electrónico que, embebido en collares que se coloquen en las vicuñas, permitirán determinar las recorridas diarias y la ocupación de espacios de estos animales en el área protegida Laguna Blanca, en la provincia de Catamarca.
Esos datos serán de gran importancia en proveer información sobre las poblaciones de vicuñas en la zona, que alberga a las más numerosas de la Argentina.
Esta información es fundamental para planear el aprovechamiento y mantenimiento de estos animales y saber cuáles grupos y número de animales se pueden esquilar, actividad muy importante si se parte de la base de la extrema pobreza en que se desenvuelven los habitantes de la Puna.
Interdisciplinario
El proyecto se encuadra en un proyecto más amplio que se realiza en la Facultad de Ciencias Naturales de la UNT, bajo la dirección de la profesora Beatriz Black Décima, comprendiendo también a las licenciadas Alejandra Hurtado y Rita Albarracín de dicha Facultad.
"Los investigadores de Ciencias Naturales nos plantearon la necesidad de contar con un método de seguimiento para, a través de una señal, conocer el movimiento de los animales, porque se trata de lugares de muy difícil acceso, donde predominan las duras condiciones climáticas. Eso generó la firma de un convenio entre ambas Facultades", comentó Cohen en una visita a LA GACETA Rural.
"Este proyecto sintetiza muchos de los conocimientos que adquirimos a lo largo de nuestra carrera", comentó Arias. "Esto es algo totalmente nuevo; tiene una aplicación directa", acotó Francisco.
Los jóvenes investigadores y sus docentes diseñaron el collar que procesará todos los datos del corrido de las vicuñas y los guardará en una memoria. "El dispositivo consiste en un microcontrolador -equivalente a una computadora en miniatura- que maneja un sistema de posicionamiento satelital (GPS) para captar el lugar en que se encuentra la vicuña. Esta información se almacena en una memoria especial (similar a que usan las cámaras fotográficas digitales), Adicionalmente, el collar posee un radiotransmisor con un alcance superior a 1 km", describió.
El prototipo del collar está terminado y funcionando. Alrededor del 8 de noviembre comenzará el proceso de colocación de los collares a cada una de las vicuñas.
Tecnología local
Los collares serán fabricados en la Facultad de Ciencias Exactas de la UNT. La segunda etapa del proyecto, en pleno desarrollo, consiste en la fabricación de 5 collares y de la base receptora de datos. Si todo funciona adecuadamente, se avanzará con la fabricación en serie de los dispositivos y en su colocación.
Tecnología de collares similares sí existen en el mundo. El principal inconveniente que tienen es su alto costo. Además, los datos se transmiten a través de comunicación satelital, lo que cual acarrea un gasto aún mayor.
En el extranjero un collar de características similares cuesta entre los U$S 2.000 y U$S 3.000.
Los collares fabricados en la Faceyt cuestan unos $ 700 (los materiales). La base, sin GPS, también se produce en el país, por lo que están solucionadas todas las etapas de fabricación.
"Este es un proyecto absolutamente interdisciplinario; es un proyecto tecnológico metido en la Puna y en las vicuñas", dijo Cohen.
"De esta manera, no es necesario que el investigador esté en el lugar para obtener toda la información que necesita, para conocer los movimientos que tienen las manadas de vicuñas", agregó.
"El prototipo es fácilmente adaptable y hasta posee un diseño escalable. Es un aporte científico", dijo Francisco.
El grupo desarrolló un dispositivo electrónico que, embebido en collares que se coloquen en las vicuñas, permitirán determinar las recorridas diarias y la ocupación de espacios de estos animales en el área protegida Laguna Blanca, en la provincia de Catamarca.
Esos datos serán de gran importancia en proveer información sobre las poblaciones de vicuñas en la zona, que alberga a las más numerosas de la Argentina.
Esta información es fundamental para planear el aprovechamiento y mantenimiento de estos animales y saber cuáles grupos y número de animales se pueden esquilar, actividad muy importante si se parte de la base de la extrema pobreza en que se desenvuelven los habitantes de la Puna.
Interdisciplinario
El proyecto se encuadra en un proyecto más amplio que se realiza en la Facultad de Ciencias Naturales de la UNT, bajo la dirección de la profesora Beatriz Black Décima, comprendiendo también a las licenciadas Alejandra Hurtado y Rita Albarracín de dicha Facultad.
"Los investigadores de Ciencias Naturales nos plantearon la necesidad de contar con un método de seguimiento para, a través de una señal, conocer el movimiento de los animales, porque se trata de lugares de muy difícil acceso, donde predominan las duras condiciones climáticas. Eso generó la firma de un convenio entre ambas Facultades", comentó Cohen en una visita a LA GACETA Rural.
"Este proyecto sintetiza muchos de los conocimientos que adquirimos a lo largo de nuestra carrera", comentó Arias. "Esto es algo totalmente nuevo; tiene una aplicación directa", acotó Francisco.
Los jóvenes investigadores y sus docentes diseñaron el collar que procesará todos los datos del corrido de las vicuñas y los guardará en una memoria. "El dispositivo consiste en un microcontrolador -equivalente a una computadora en miniatura- que maneja un sistema de posicionamiento satelital (GPS) para captar el lugar en que se encuentra la vicuña. Esta información se almacena en una memoria especial (similar a que usan las cámaras fotográficas digitales), Adicionalmente, el collar posee un radiotransmisor con un alcance superior a 1 km", describió.
El prototipo del collar está terminado y funcionando. Alrededor del 8 de noviembre comenzará el proceso de colocación de los collares a cada una de las vicuñas.
Tecnología local
Los collares serán fabricados en la Facultad de Ciencias Exactas de la UNT. La segunda etapa del proyecto, en pleno desarrollo, consiste en la fabricación de 5 collares y de la base receptora de datos. Si todo funciona adecuadamente, se avanzará con la fabricación en serie de los dispositivos y en su colocación.
Tecnología de collares similares sí existen en el mundo. El principal inconveniente que tienen es su alto costo. Además, los datos se transmiten a través de comunicación satelital, lo que cual acarrea un gasto aún mayor.
En el extranjero un collar de características similares cuesta entre los U$S 2.000 y U$S 3.000.
Los collares fabricados en la Faceyt cuestan unos $ 700 (los materiales). La base, sin GPS, también se produce en el país, por lo que están solucionadas todas las etapas de fabricación.
"Este es un proyecto absolutamente interdisciplinario; es un proyecto tecnológico metido en la Puna y en las vicuñas", dijo Cohen.
"De esta manera, no es necesario que el investigador esté en el lugar para obtener toda la información que necesita, para conocer los movimientos que tienen las manadas de vicuñas", agregó.
"El prototipo es fácilmente adaptable y hasta posee un diseño escalable. Es un aporte científico", dijo Francisco.
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