"Cuando están drogados hacen de todo", dicen los amigos de los presos por el crimen de Cecilia

"Cuando están drogados hacen de todo", dicen los amigos de los presos por el crimen de Cecilia

Los principales sospechosos de la muerte de la joven tienen antecedentes por abuso sexual, consumo de estupefacientes y agresiones. Luis Aguilar y Roger Doldan tienen varias causas en la Justicia. Otras víctimas habrían optado por no denunciarlos

EL ÚLTIMO LUGAR. A la par del mástil dejaron el cuerpo de Cecilia, luego de recorrer varios puntos de la ciudad.  EL ÚLTIMO LUGAR. A la par del mástil dejaron el cuerpo de Cecilia, luego de recorrer varios puntos de la ciudad.
09 Julio 2012

"Pas y amor". Así, con ese, la frase está escrita al lado del dibujo de un puño cerrado con el dedo índice señalado hacia abajo. Ambas imágenes se encuentran en la pared del patio trasero de la casa donde vive Roger William Doldan, en el barrio San Cayetano de La Cocha. En la tapia de la derecha, las llamas del fuego envuelven el escudo de un club de fútbol. En la de la izquierda, un ojo, dos hojas de marihuana y la leyenda "Casi sin pensar la vida voy viviendo", escrita en aerosol negro.

En ese escenario, Doldan y Luis Alberto Aguilar le habrían dado muerte a Cecilia Britos, luego de abusar de ella, el 12 de junio de 2011. Carlos Brahian Burela habría sido testigo del crimen, pero según el muchacho, contra su voluntad.

La trama del caso que conmovió a la ciudad del sur tucumano parece sacada de una ficción. El cuerpo de la muchacha fue encontrado al costado de una cancha de fútbol, y más de un año más tarde se llegó a los presuntos responsables. Pero en el medio, hubo pistas falsas, un detenido que al parecer era inocente, y un plan para encubrir el crimen, que incluyó amenazas.

Sexo, drogas y violencia

Aguilar es hijo de un ex suboficial de la Policía que fue dado de baja de la fuerza en 1976, según informó una fuente policial. El joven tiene 20 años, y la noche del crimen envió mensajes de texto a una ex pareja suya, alrededor de las 5.30.

La mujer entregó su teléfono a la Policía, donde estaban guardados aún los mensajes, apenas se enteró de que Aguilar estaría involucrado en el crimen de Britos. Allí le decía que la quería, y le pedía que se comunique con ella.

En los allanamientos realizados por la Policía de La Cocha, a cargo de los comisarios Pedro Gómez y Juan Carlos Flores, se encontró documentación que acredita que el sospechoso se encontraba bajo tratamiento para recuperarse de su adicción a las drogas.

La causa está en la Fiscalía de Instrucción de la I° Nominación del Centro Judicial Concepción, que estaba a cargo de Cecilia Tasquer, quien luego ganó un concurso y se transformó en jueza. El fiscal de la IV° Nominación, Edgardo Sánchez, asumió como subrogante.

Cuando la investigación avanzó, Sánchez relacionó el nombre de Aguilar con uno que figuraba en una causa radicada en su fiscalía. Así descubrió que el sospechoso de participar del crimen de Britos está acusado de un intento de abuso sexual contra otra joven, en 2011.

Pero ese no es el único caso en el que el nombre de Aguilar está en un expediente. Junto a Doldan, en diciembre de 2010, habrían golpeado brutalmente a un joven de la misma manera que habría sido atacada Cecilia. La víctima sufrió fractura de mandíbula y otras lesiones graves en el rostro.

Esas dos situaciones harían sospechar a Sánchez de la posibilidad de encontrar una conexión entre el modus operandi de los sospechosos, que mezclarían abusos, agresiones y consumo de estupefacientes.

Doldan tiene antecedentes por venta de droga. En uno de los allanamientos que se realizaron en su vivienda, donde además del crimen de Cecilia se habría producido el ataque al muchacho en diciembre de 2010, los policías encontraron marihuana y cocaína, lista para su venta.

Los contactos

Su apodo es "el drogadicto". Y no es solamente un sobrenombre más, sino que describiría la principal actividad a la que se dedicaría. La Justicia incluso cree que Doldan, de 29 años, tiene estrechos contactos con los grandes distribuidores de droga del sur tucumano. Por eso es que, paralelamente a la causa por la muerte de Britos, la Justicia Federal lo investiga por la venta de estupefacientes.

De padres separados, Doldan se crió prácticamente solo, según contó una fuente de la Policía que conoce los antecedentes del hombre. En las investigaciones que realizaron los policías de la comisaría de La Cocha, conocidos de Aguilar y Doldan que estuvieron con ellos esa noche, contaron que habían tratado de abusar sexualmente de otra joven, pero que ella se resistió y logró escapar.

Esas personas también les contaron que hace poco más de un año, los dos detenidos violaron a un joven de La Cocha. "Es que cuando están tomados y drogados, hacen de todo", les dijo un testigo.

Los policías trataron de verificar estas versiones, por orden del fiscal, y aunque llegaron hasta las presuntas víctimas, ellas manifestaron que optaban por no hacer la denuncia. "Como son delitos de instancia privada, si no se denuncian no se puede actuar", explicó el comisario Gómez cuando fue consultado sobre esas versiones.

Como hay detenidos, la causa fue declarada como asunto de feria. Sin embargo, las principales medidas para terminar de cerrar el círculo de sospechosos se postergarían hasta fines de julio, cuando finalice el receso judicial.

La hipótesis de la Justicia

El cuerpo de Cecilia Britos fue hallado el 12 de junio de 2011 al lado de un mástil, en una cancha del barrio Ejército Argentino.

La joven iba a su casa, cruzando la cancha, cuando fue interceptada por los sospechosos, que la levantaron en una camioneta.

En la casa de Roger Doldan, este y Luis Aguilar la violaron mientras la golpeaban salvajemente, bajo la mirada de Carlos Burela.

Cecilia murió por los golpes. Subieron el cuerpo a la camioneta y buscaron dónde dejarlo, recorriendo varios lugares del sur.

Finalmente, dejaron el cuerpo en la cancha donde la levantaron. Luego fueron a la casa de un amigo, ubicada a pocos metros del lugar.

Luego comenzaron a diseñar el plan para encubrir el crimen, que incluyó mentiras de sus amigos y amenazas a los posibles testigos.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios