El tiempo corre, pero buscan salvar el hotel

El plazo de 30 días dispuesto por la Municipalidad de Tafí del Valle para que se concrete la demolición de la obra del Hotel Embajador ya está corriendo. Y, cuando se cumpla, el controvertido proyecto quedará reducido a escombros, pues las autoridades de la villa turística consideran que se transgredieron ordenanzas y no se presentaron todos los documentos en tiempo y forma.

Sin embargo, en el Gobierno provincial todavía no dan por cerrado el asunto, que implica una inversión millonaria y que cuenta con el visto bueno del gobernador, José Alperovich.

Según fuentes consultadas por LA GACETA, hubo un contacto entre funcionarios del PE y la empresa que pretende llevar a cabo la obra, y desde la firma habrían manifestado su voluntad de presentar esta semana todos los papeles que permitan normalizar la situación del emprendimiento.

De esta manera, aunque el municipio tafinisto ya dio su última palabra, las intenciones de los inversores parecen ser que la obra (clausurada desde enero) finalmente se convierta en el hotel más grande de la villa.

Las inspecciones realizadas en la construcción revelaron que se habían transgredido diferentes normativas. Por ejemplo, se había omitido acreditar la titularidad del dominio del fundo en cuestión, ya que el Municipio había constatado que figuraban en el Registro Inmobiliario otras personas que no eran Luis Jesús Zermoglio, el propietario actual. Además, se vulneraron las reglas que preservan las vistas y el paisaje de los valles (entre ellas, que la altura de la obra supera los límites establecidos).

En enero, el intendente de Tafí del Valle, Jorge Yapura Astorga, había ordenado la clausura del lugar. La semana pasada, la Municipalidad intimó a Zermoglio para que procediera a la demolición total del hotel en un plazo de 30 días. Y, en caso de que el empresario no cumpla con lo resuelto, la demolición será practicada por la Dirección de Catastro y Edificación Privada, aunque los gastos correrían por cuenta de Zermoglio.

Hasta ahora, el gobernador siempre había apoyado la edificación del emprendimiento turístico, que implica el desembolso de entre $ 5 y $ 6 millones. Incluso, en 2010, el mandatario le había dado la orden al entonces intendente tafinisto, Carlos Rodríguez, de que aprobase el controvertido proyecto. Por eso, es una incógnita cuáles serán las reacciones en Casa de Gobierno luego de que se difundiera la decisión de ordenar la demolición. En enero, Alperovich ya había recibido a Yapura Astorga en su despacho, aunque esa reunión no modificó la postura del intendente. Ahora, con la supuesta voluntad de la firma de presentar los papeles que adeuda, esta semana podría ser clave.