La prevención de accidentes viales

La prevención de accidentes viales

17 Abril 2011
Los fines de semanas largos invitan a quienes tienen mayor poder adquisitivo a viajar por la provincia o fuera de ella. Muchos de ellos lo hacen en sus propios vehículos, razón por la cual sería conveniente que tomaran los recaudos necesarios para evitar contratiempos. Con una mayor afluencia de vehículos en las rutas, se incrementa la posibilidad de accidentes.

Sería positivo que antes de partir, el rodado pasara por el mecánico para ponerlo en condiciones. Una vez en la carretera, se debe tener en cuenta que el exceso de velocidad es una de las causas principales de muerte. Muchos argentinos consideran que no van rápido a 120 km/h, pese a que se sabe que a más de 90 km/h un vehículo es cada vez menos gobernable; se incrementa así el peligro de muerte de sus ocupantes. Tal vez, muchas personas estarían vivas de haber tenido en cuenta este detalle. Los expertos señalan que a más velocidad, mayor es la distancia que se necesita para detener el vehículo; más graves serán las consecuencias ante cualquier falla mecánica, el reventón de un neumático, una mala maniobra del conductor o cualquier imprevisto que se presente en el camino. El 90% de los accidentes se produce por fallas humanas.

Se suele creer que conducir de noche es más seguro porque el tránsito es menor y se llega a destino de día, de manera que a este se lo aprovecha mejor. Sin embargo, la asociación civil "Luchemos por la vida" señala que viajar de noche triplica el riesgo de muerte porque el sueño es inevitable y disminuye en gran medida los reflejos y la capacidad de reacción. Los expertos afirman que el ritmo biológico normal de cada persona, hace que ella esté acostumbrada a dormir de noche. El conductor ideal, capacitado para conducir de noche con menos riesgo de quedarse dormido o dormitar, sería aquel que normalmente durmiese de día y condujera de noche. Se agrava mucho más la situación si la persona que maneja no descansó, o si trabajó durante todo el día. De acuerdo con las estadísticas, el 4% de los accidentes tienen como motivo el cansancio. También influye la monotonía del paisaje, la menor visibilidad; la posibilidad de encontrar en la ruta un animal que se cruza, autos sin luces reglamentarias, y los encandilamientos.

El empleo del cinturón de seguridad es fundamental para preservar la vida. La mayor parte de las heridas que sufre una persona en un accidente se deben al impacto contra elementos del habitáculo. El Centro de Experimentación en Seguridad Vial aconseja que si una de las ruedas del vehículo toca la banquina o, sin querer, se sale de su propio carril, lo peor que puede hacer es desesperarse y pegar el volantazo en dirección opuesta. El 10% de los accidentes se produce por efectuar maniobras bruscas. Conviene recordar que enviar mensajes de texto, hablar o chatear con el celular son actividades que están prohibidas para los conductores. Si tiene urgencia de comunicarse con alguien, hay que detenerse en la banquina.

En enero pasado, el Instituto de Seguridad y Educación Vial informó que en 2010, se redujo la cantidad de accidentes mortales en los últimos tres años por primera vez en términos relativos y absolutos en las rutas de todo el país. La tasa de mortalidad cada cien mil habitantes se redujo de 28,52% en 2007 a 26,36% en 2010, según señaló el ISEV que asesora a organismos públicos y empresas privadas, especialmente aseguradoras.

Si bien los índices de accidentes han sufrido un pequeño descenso, no hay que confiarse demasiado El único modo de evitar muertes en las rutas es a través de la prevención, la prudencia y el conocimiento de las normas viales, por parte de los conductores, y del control estricto, por parte de la autoridad. Cuidar la vida propia y la del prójimo debería ser las prioridad de todo individuo.

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