El oráculo de Cristina

El oráculo de Cristina

Alperovich navega entre dos aguas, mientras espera que la Presidenta defina si irá por su reelección. Los malabares del Gobierno nacional para no quedar sin plata durante el año electoral. Ratificación de diciembre.

En 2011 se decide el rumbo de la política argentina. Fue 2010 un período de fuertes contrastes, como precisó Cristina Fernández, en el primer discurso de balance de fines de ejercicio que dio durante el ciclo kirchnerista de siete años. Cada paso que dio la administración federal tuvo su contraparte.

En la última semana de diciembre, contrastó, en efecto, que el Gobierno financiara su déficit con $ 2.300 millones del PAMI aduciendo que este disponía de excedentes, con la precariedad de servicios que la obra social le presta a sus beneficiarios, que no son otros que los jubilados.

Otro fuerte contraste lo constituyó, sin dudas, el incumplimiento de la Anses de fallos judiciales que obligaban a recomponer haberes, con el préstamo de U$S 240 millones que tomó de la administradora de los fondos jubilatorios. Se tapan los agujeros con la plata de los más indefensos por su falta de peso corporativo en la gestión de los asuntos públicos. Siempre se devuelve la plata, pero el PAMI y la Anses están en deuda con sus aportantes.

Un tercer contraste que se advierte es el decreto de necesidad y urgencia (DNU) por el cual la Presidenta prorrogó y modificó el presupuesto 2010, garantizándose el uso libre de más de $ 40.000 millones, con la parálisis de la comisión bicameral que debe controlar el uso de ese remedio de excepción. La emergencia se transformó en una anomalía estable del sistema institucional argentino.

La idea de mantener aceitado el aparato gubernamental se consolidó con el perdón fiscal que hizo la Nación de las deudas provinciales para 2011. En un año electoralista como el que empezó ayer, el dinero será clave para estabilizar lealtades, como también para castigar infidelidades.

El rompecabezas político queda incompleto si no se atiende al extendido calendario electoral de las provincias. La especulación sobre la conveniencia de coincidir o no con la renovación de las autoridades presidenciales y de los legisladores nacionales obedece a razones diversas. En algunos casos se trata de preservar los liderazgos localistas, y en otros de sumarse a la ola triunfalista que envuelve a la república.

La serie empezará en marzo con Catamarca y Chubut, cuyos gobernadores están ubicados en posiciones diferenciadas del kirchnerismo. Eduardo Brizuela del Moral abandonó la Concertación Plural y volvió al redil radical, en tanto que el chubutense Mario das Neves integra la disidencia peronista. El Frente Cívico y Social -cuyo eje es la UCR- que gobierna Catamarca desde 1991, desvinculó los comicios locales de los nacionales.

Argumentaciones
José Alperovich está entre los gobernadores que navegan en dos aguas. Se aferró a la letra constitucional para citar las elecciones locales para el 28 de agosto, con automática separación de las presidenciales, pero no le cerró las puertas a la Casa Rosada.

Si bien el jueves 23 de diciembre se ufanó de que la provincia ganó autonomía política con la reprogramación de la parte de la deuda no incluida en los arreglos de mediados de año, no descarta atender las sugestiones de la Casa Rosada.

Llegó, en efecto, a asumir que si la elección presidencial tuviera lugar en julio, no dudaría en hacer la provincial en igual mes. Por su parte, la senadora Beatriz Rojkés ratificó también la posibilidad de fusionar los días de votación. Si la Nación adelanta la fecha, podríamos correrla nosotros también, dijo la presidenta del justicialismo.

Entre la política y el derecho, media una trama compleja, de la que no deben excluirse sutiles mecanismos de presión. La viabilidad de la propuesta reeleccionista de la Presidenta se determinará hacia el otoño. Durante esa indeterminación, Alperovich navegará en dos aguas: no renegará de la ortodoxia cristinista y aprovechará las bonanzas fiscales para llevar agua a su molino.

Despidiendo el año
Con las últimas campanadas decembrinas, los distintos apoderados de la Multisectorial Cívica ratificaron el pedido de nulidad de la cláusula transitoria del artículo 159 de la Constitución de 2006, en la sala II del fuero contencioso administrativo. Es un pleito que recalentará los primeros meses del año nuevo.

Representantes de la UCR, del socialismo, de la Democracia Cristiana, del Partido Federal, Unión por Todos, Tres Banderas y Cruzada Peronista pretenden que desplome la disposición constitucional que autoriza a Alperovich y a un enjambre de funcionarios electivos (legisladores, intendentes, ediles y comisionados comunales) a intentar un tercer mandato.

El senador José Cano y el dirigente radical Ariel García -pertinaz demandante en contra del continuismo del gobernador- rubrican también el planteo que hace blanco en la plana mayor del oficialismo.

Con el fin de la feria de enero, los jueces Rodolfo Novillo y Carlos Giovaniello deberán correr traslado de la demanda a la provincia, para luego entender en la cuestión de fondo.

Persisten, sin embargo, las voces qu creen que mayor contundencia política tendría el reclamo por la implantación del voto electrónico en Tucumán. Estiman que el dispositivo institucional vigente, con la Junta Electoral Provincial controlada por la Casa de Gobierno, no da mucho margen para que los opositores puedan incursionar en relativa igualdad de oportunidades con la maquinaria alperovichista.

Diálogos cruzados
La política se cuece también en almuerzos y cafés que se sucedieron en medio de las despedidas propias de la terminación de 2010. Cano intensificó sus diálogos con Cruzada Peronista (Enrique Romero) y Tres Banderas (Alejandro Sangenis), reforzando vinculaciones pactistas de comicios anteriores. Al mismo tiempo, tiró puentes hacia el PRO que preside Alberto Colombres Garmendia, y ex legisladores como Ernesto Padilla -divorciado del macrismo- y Pedro Stordeur.

Otros dirigentes del peronismo disidente iniciaron rondas de charlas para crear lo que ellos denominan "polo peronista auténtico". De ese modo, proyectan mostrar que son distintos de otras franjas justicialistas refractarias con Alperovich y Cristina Fernández. Julio Díaz Lozano, Osvaldo Cirnigliaro y Jesús Pellasio, entren otros, impulsan esa alquimia. En todos esos cabildeos se tiene presente que la unificación de los turnos electorales en Tucumán implicaría un drástico replanteo de las estrategias y de las sociedades opositoras.

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