24 Diciembre 2010
UNA NAVIDAD DISTINTA. Las bajas temperaturas y la gran cantidad de nieve interrumpieron los viajes durante varios días. REUTERS
PARIS, Francia.- Cientos de viajeros pasaron el día de Navidad en varios aeropuertos de Europa, luego de dormir en camas improvisadas ante la imposibilidad de viajar por el mal tiempo en París y Bruselas. Esta mañana, los vuelos volvían a la normalidad en Francia, gracias a la llegada de líquido anticongelante desde Alemania y Estados Unidos para permitir el despegue a las naves; sin embargo, muchas personas se perdieron las comidas navideñas en sus lugares de destino.
Las bajas temperaturas y las intensas nevadas han interrumpido los viajes durante varios días, lo que incomodó a los cientos de miles de personas que viajan en estas fechas y planteó dudas sobre la falta de preparación de la industria aérea para el frío extremo. A esto se sumaron las interrupciones del tráfico ferroviario de alta velocidad y las congestiones en las rutas de Inglaterra y Suecia, en uno de los diciembres con más nieve que se recuerda en Europa.
En el aeropuerto Roissy Charles de Gaulle de París, el personal de tierra repartió café y pastas para el desayuno de hoy y el ministro de Transporte, Thierry Mariani, prometió a los pasajeros que estudiaría los motivos que llevaron a la escasez de líquido anticongelante. Allí, al menos 300 personas durmieron en camas plegables anoche tras la cancelación de unos 400 vuelos.
Otros pernoctaron en hoteles cercanos, donde las autoridades habían reservado 3.300 habitaciones. Mientras algunos lloraban con el celular en la mano, otros rezaban en la misa que se celebró en el aeropuerto, pidiendo poder volar. Unos cuantos llevaron champaña que se bebieron en vasos de plástico e improvisaron la cena de Nochebuena con salmón ahumado, ensalada, paté y queso, a la vez que un Papa Noel repartía caramelos, juguetes y muñecas a los niños. (Reuters)
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