Una ola delictiva azota a Simoca, donde el intendente fue blanco de amenazas

Una ola delictiva azota a Simoca, donde el intendente fue blanco de amenazas

El funcionario tuvo que pedir custodia policial luego de que denunciara la venta de droga y los robos que se producen en su ciudad. Según González, no hay suficientes policías como para controlar los excesos. Ayer se quitó la vida el jefe de la comisaría

DE LUTO. La comisaría de Simoca, donde trabajaba el comisario Carlos Páez, quien ayer se disparó con su arma cuando estaba en su vivienda. DE LUTO. La comisaría de Simoca, donde trabajaba el comisario Carlos Páez, quien ayer se disparó con su arma cuando estaba en su vivienda.
26 Septiembre 2010
CONCEPCION.- La inseguridad adquirió ribetes alarmantes en Simoca. El intendente de esa ciudad, Luis González, denunció ayer que los desmanes públicos, los casos de robos y otros hechos alentados por el repunte del alcoholismo y la drogadicción, se hicieron comunes en el lugar. Advirtió además que el drama se agrava frente a la falta de personal en la comisaría local. La inseguridad, según dijo, llegó al límite de tener que pedir él mismo seguridad para su domicilio frente a amenazas anónimas que recibió contra su persona.

"Me dijeron que la voy a pasar muy mal y la advertencia la recibió mi secretaria a través de un llamado telefónico. Todo tiene que ver con esta lucha que llevo adelante en el afán de tratar de mejorar este clima feo que se vive aquí, de peleas callejeras, de ?afters? descontrolados, alcoholismo y drogadicción" sostuvo el funcionario.

El intendente le planteó el hecho en cuestión al ministro del Interior Osvaldo Jaldo, quien le dijo que le iba a poner una consigna policial permanente. Sin embargo González aceptó únicamente que un móvil recorra con frecuencia su casa. Tal es la preocupación que soporta el intendente que, ayer a la tarde, debió ser asistido en el hospital de ese municipio por un "pico de presión". "Es producto del stress que sufro por todo esto que sucede", comentó al salir del nosocomio junto con familiares y colaboradores. El concejal peronista Marcelo Herrera fue otro que salió a plantear como "afligente" el clima de inseguridad que se vive en esa comunidad. "Esto se viene acentuando desde hace tiempo y creo que algo tenemos que hacer. La verdad es que el tema se nos escapa de las manos", subrayó el edil.

En medio de este clima de zozobra, ayer a las 11 el jefe de la comisaría de esa ciudad, comisario principal Carlos Páez, de 45 años, se disparó un balazo en la cabeza que le provocó la muerte dos horas después en el hospital Padilla. La terrible decisión la tomó en su domicilio de la calle Balbín al 200 de esa ciudad, momentos después de mantener una reunión con el jefe de la Regional Sur, comisario general Jorge Díaz y otros altos oficiales de la zona. El intendente González dijo que no descarta que Páez hubiera adoptado esa determinación agobiado por las demandas de respuestas a la creciente ola de inseguridad que sacude al lugar. "El jueves pasado me había dicho que estaba preocupado porque tenía pocos hombres para enfrentar todos los problemas que hay por aquí. Para colmo tenía presiones de todos lados", apuntó el jefe comunal. "Creo que perdimos a uno de los mejores jefe de comisaría de los últimos años. Era un buen tipo y padre de familia", añadió.

La otra campana

El jefe de zona, comisario inspector Félix Romano, sin embargo descartó que la actitud de su colega se relacione con la situación de la seguridad en el lugar. "Aquí no hay salideras, ni asaltos de magnitud. Se dan con frecuencia escaramuzas de poca gravedad. Por estos lugares la seguridad está controlada", sostuvo. "La muerte de Páez nos sorprendió a todos. Anoche (por el viernes) y esta mañana (por ayer) estuvimos juntos y en ningún momento se lo vio abatido por alguna cuestión. Era un tipo aparentemente fuerte y muy aferrado a su familia", agregó Romano. Contó que Páez, padre de dos hijos, utilizó su arma reglamentaria para dispararse a la altura de la sien. Lo hizo en el living de su vivienda, mientras sus hijos dormían y su esposa y madre tomaban mate en una habitación próxima. "En la comisaría nos reunimos con el jefe regional y después él salió no sé con que rumbo. Lo busqué para que fuéramos a desayunar y no lo encontré. Al rato nos vinieron a avisar que se había pegado un tiro en la cabeza. La noticia nos dejó fríos a todos", indicó. Una versión que adquirió fuerza en Simoca, y que no se pudo confirmar, sostiene que Páez habría tenido una agria discusión con el comisario general Díaz, por cuestiones que se relacionarían con el ejercicio de su labor.

Bajo investigación

Pese a las reivindicaciones que formuló sobre Páez el intendente González, ayer una fuente de tribunales de Concepción confirmó que el desaparecido comisario era investigado en una causa por robo agravado del que fue víctima en diciembre último un carnicero del barrio Municipal de esta ciudad. En la ocasión varios hombres a mano armada se alzaron con dinero y una camioneta Toyota Hilux que, posteriormente, fue encontrada abandonada cerca de Simoca. "El hallazgo supuestamente fue hecho por Páez. Sin embargo después vino la sorpresa. Cuando él se aprestaba a tomar declaración a las víctimas, éstas sorprendidas y señalando al comisario se dirigieron a las autoridades judiciales para decirles: ¡pero si es éste uno de los que nos asaltaron!", contó el informante. Posteriormente el fiscal de la IV Nominación, Edgardo Sánchez, requirió la detención del alto oficial, pero el juez Roque Arnedo, la denegó.

"Ahora la causa estaba en plena etapa investigativa y se reunían otros elementos para insistir con el pedido de detención de Páez", agregó la misma fuente. Sánchez al parecer tenía indicios de que el policía fallecido actuaba en el delito junto a otros uniformados. (C)

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