"Europa saldrá fuerte de la crisis actual"

Grecia, España y Portugal. Irlanda e Italia. Cinco de los 27 miembro de la Unión Europea son los que han sufrido el golpe más duro de la crisis que azota la Eurozona. En unos el impacto fue mayor que en otros, pero la debacle ha obligado a los Estados miembro a tomar medidas para corregir el rumbo fiscal y cambiar el ciclo económico. "Europa está viviendo una situación compleja, pero estoy convencido de que saldremos más fuertes, porque seremos más conscientes de los que nos une y de lo que podemos perder (si es que se desune el bloque)", afirmó a LA GACETA César García Alvarez, jefe de la Delegación de la Unión Europea en la Argentina. En la charla con nuestro diario, el diplomático dijo que el bloque está pasando por una prueba, que se superará en la medida que los países miembro coordinen las políticas fiscales y económicas que requiere el momento.

-¿Qué evaluación hace respecto de la crisis?
-No hay crisis en Europa, sino en determinados lugares de la zona. Hay una situación compleja, pero también hay que tomar en cuenta la vigencia del Tratado de la Unión Europea en Maastricht, de 1992, que es precisamente de unión económica y monetaria, los dos pilares fundamentales. Y, evidentemente, el euro funcionó bien en épocas de expansión y ahora, en épocas de turbulencias, menos bien, porque hay que aparejarle dos instrumentos esenciales: la coordinación de políticas económicas y la conveniencia de tomar medidas de política fiscal. Se necesita que ambos factores converjan y es lo que precisa Europa para que siga avanzando. Claro que las decisiones en materia fiscal no son sencillas, son extremadamente sensibles para los países miembro, pero creo que su aplicación nos llevará a mejorar con medidas que corresponden para un área económica óptima.
 
-¿Los mecanismos de estabilización contribuirán a corregir los desfases de algunos miembros del bloque?
- Esos mecanismos tienen otra misión: responder a situaciones de emergencia. Los 750.000 millones de euros servirán para hacer frente a esas contingencias, pero la respuesta global es mejorar la coordinación de políticas económicas y la conveniencia de políticas fiscales. Insisto, es la respuesta estructural a la crisis que padecemos. Lo ideal sería generar ciertos estímulos en algunas zonas determinadas, con el fin de favorecer el crecimiento económico de la periferia.

-¿Esta crisis ha puesto a pruebas el funcionamiento político de la comunidad?
- La construcción europea es un proceso dinámico y complejo. El funcionamiento político se dio a través de los instrumentos de Bruselas (sede de la unión) que son los que son y que fueron aceptados por los Estados miembro. Los tratados existentes constituyen el aspecto fundamental de nuestra construcción (como bloque económico y político), con un carácter genuino de derecho y no de hecho. En consecuencia, tenemos que seguir actuando con una lectura inteligente de aquellos tratados constitutivos. Particularmente me refiero al de Maastricht, como unión económica y monetaria. Por otra parte, también coexisten instrumentos intergubernamentales con garantías recíprocas. En ese sentido, creo que la crisis es un reto y que el sentimiento de interés común es más importante que el de cada una de las partes. Se está demostrando eso. Así, Europa va a enfrentar, en una forma adecuada, esta situación un poco contingente.

- Es un reto para Europa como en otros momentos...
-Algunos (sectores) están interesados en la crisis con informes apocalípticos (sobre su evolución), porque juegan a bajar o a subir. Hay gente que juega con eso y no es poca. Los ajustes son necesarios. Estoy convencido que los hombres de Estado que nos gobiernan contribuirán a la solución y no al problema desatado con la crisis.