26 Mayo 2010
ESCEPTICISMO. La esposa de la víctima dijo que el crimen de su marido no cambiará nada. FOTO TOMADA DE INFOBAE.COM
BUENOS AIRES.- Un hombre de 36 años, padre de tres hijos de entre cinco y 12 años, fue asesinado a balazos por dos delincuentes que lo atacaron al intentar robarle el auto, frente a su casa, ubicada en el barrio porteño de Villa Luro.
El crimen se produjo anoche, pasadas las 21.30, cuando Diego Lima, que era técnico en redes informáticas, llegaba a su vivienda junto con su familia, luego de haber hecho compras en un supermercado, y estaba a punto guardar el vehículo en el garaje.
De acuerdo con los vecinos y con fuentes policiales, Lima recibió cuatro impactos de bala en la espalda, uno de los cuales le perforó un pulmón, causándole graves lesiones. Luego de que los ladrones escaparan sin llevarse nada, el hombre fue trasladado en una ambulancia al Hospital Vélez Sarsfield, donde finalmente murió.
Antes de cometer el crimen, los delincuentes habían robado un Volkswagen Fox a pocos metros del lugar, pero el auto se quedó sin electricidad porque se activó un sistema de seguridad.
"Nada cambiará"
"Yo no había visto las armas, pensé que le estaban preguntando algo. Pero mi marido empezó a menear la cabeza y después empezaron a forcejear", explicó hoy la esposa de Lima. Describió que, mientras su marido peleaba con uno de los asaltantes, su cómplice sacó un arma y le disparó.
Los delincuentes escaparon y, según Vanesa, el hombre estuvo tendido en el suelo media hora, porque la ambulancia tardó en llegar. "Los policías primero no hacían nada. Solamente un vecino intentaba reanimarlo; después uno de los agentes le practicó reanimación en el pecho", recordó.
La mujer se mostró desconcertada por lo ocurrido y contó que siempre había hablado con su marido y con sus hijos acerca de no oponer resistencia en caso de un robo y, de esa manera, evitar una desgracia. "Ahora yo voy a seguir mi vida, vamos a salir adelante. Pero a él, que era una persona maravillosa con un montón de amigos, se le truncaron todos los proyectos", se lamentó.
También se mostró escéptica acerca de la posibilidad de hallar a los culpables. "Mi marido es un número más de la estadística de la inseguridad. Siento que nada va a cambiar y que seguirán las familias destruidas como la mía", indicó, en declaraciones a los medios porteños. (NA-Especial)
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