Y pensar que el celular antes era un teléfono

Y pensar que el celular antes era un teléfono

Nueve de cada 10 tucumanos emplean opciones que exceden las llamadas o el envío de mensajes. Agenda, juegos, fotos, MP3, MP4 e internet.

LEGENDARIO. Martin Cooper, el inventor del celular. AGENCIA LEGENDARIO. Martin Cooper, el inventor del celular. AGENCIA
25 Agosto 2009
Si el vendedor del colectivo quisiera ofrecerlo, debería memorizar un largo verso. Porque no sólo cabe en la cartera de la dama o el bolsillo del caballero, sino que también se convierte en paloma mensajera, se disfraza de cámara fotográfica, despierta la envidia de las filmadoras, emula a las computadoras y sirve para hablar. La multifuncionalidad dejó en segundo plano el uso inicial del celular.

Nueve de cada 10 tucumanos utiliza funciones que exceden a la comunicación en sí misma, según una investigación realizada para LA GACETA por la consultora D´Alessio IROL. El estudio revela que, además de las llamadas y del envío de mensajes de texto, se emplean en promedio cinco opciones. Los móviles se han convertido en una herramienta laboral y de entretenimiento.

Entre las funciones más requeridas aparece la agenda electrónica  -incluye directorio, calendario, alarma y calculadora- y la cámara fotográfica. Ambas alternativas comparten el primer lugar y son muy aprovechadas. El segundo puesto recae en el paquete "entretenimiento", que según el modelo del aparato, puede contar con MP3, MP4 y juegos.

A pesar de que la mayoría de los usuarios posee acceso a internet, sólo uno de cada cinco navega a través del teléfono. Así, las funciones de la red (envío de e-mails, navegación y chat) se encuentran en tercer lugar.

Mi amigo fiel
Exceptuando las llamadas telefónicas y el envío de mensajes, el uso de funciones varía según la edad. Los menores de 24 años recurren, en promedio, a siete ítems del menú. Las personas de entre 25 y 34 años emplean seis. Aquellos que tienen hasta 44 se valen de cinco. Los clientes mayores de 45 años optan por cuatro.

En resumen, a menor edad del usuario, crece el uso. Según la encuesta, los niños y los jóvenes consideran una necesidad básica tener un teléfono, y lo llevan a todos lados. El aparato se ha convertido en su compañero de aventuras.

Sin embargo, y contrariamente a lo supuesto, los que más desean cambiar los celulares son los adultos, probablemente porque los más jóvenes ya se iniciaron con modelos vanguardistas. Quienes cambian sus aparatos persiguen dos razones fundamentales. El 67% quiere innovar, mientras que el 24 % lo hace para agregar funciones.

Finalmente, la investigación indicó que los menores de 24 años procuran cada vez más aumentar la capacidad de memoria de sus móviles. LA GACETA ©

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