24 Julio 2009
FELICIDAD COMPARTIDA. Los deportistas tucumanos concretaron su meta luego de tres jornadas de ascenso, con campamentos de por medio.
Un grupo de montañistas escaló el 13 de julio hasta la cumbre del cerro El Alto del Muñoz (4.750 metros sobre el nivel del mar), luego de tres días de ascenso, con campamentos de por medio. Los deportistas integran el Grupo de Montaña Los Trepadores (GMT).
Leonardo Burgos, Martín Requena, Sebastián Villagra, Santiago Gastiazoro, Ezequiel Orellana, Florencia Casas, Priscila Coronel, Sebastián Rubio, Federico Max y José Méndez participaron del ascenso.
La partida se produjo el sábado 11. El grupo se desplazó por vía automovilística desde El Mollar hasta la localidad de El Rincón, ubicada al pie del cerro Muñoz. El primer día, los montañistas ascendieron hasta los 3.500 metros y allí establecieron el primer campamento, con una temperatura de 9 grados bajo cero y fuertes vientos. Ofició de apoyo durante la jornada el arriero Juan Mamaní.
El domingo 12, cerca del mediodía, partieron hacia el segundo campamento, a 3.900 metros; allí armaron las carpas y debieron descongelar el hielo de la vertiente. Después pudieron tomar algo caliente.
No obstante, pasaron una noche más tranquila. Así, la siguiente jornada se inició con la esperanza de todos de llegar a la cima del cerro. A las 8.30 comenzaron el ascenso por las laderas empinadas del lado oeste y luego de un esfuerzo de cinco horas consiguieron el objetivo.
Luego de superar la primera cumbre, el grupo se puso en la tarea de alcanzar la siguiente: tras un descanso, la marcha siguió por el filo de la montaña hasta llegar a la segunda cumbre, más empinada y rocosa. En ese sitio hallaron una apacheta, en cuyo interior se encontraba un testimonio de cumbre dejado hace 14 años por el GMT, integrados por montañistas de Monteros.
Luego de dejar el banderín del GMT, se emprendió el regreso al campamento para descansar. Al llegar a la base del cerro, en El Rincón, los montañistas fueron recibidos por don Miguel Mamaní. El y su esposa, doña Petrona, compartieron un mate cocido con bollos con los deportistas. Más tarde, se produjo la llegada del ómnibus que los llevó de vuelta a El Mollar. Con el objetivo cumplido, ahora el grupo se prepara para afrontar nuevos desafíos.
Recompensa
"La primera fue una noche tremenda para el grupo, pero valió la pena el esfuerzo para ver la luna que iluminaba el campamento como si fuera de día". (Federico Max)
Buena decisión
"Durante todo el recorrido tuvimos que dejar apachetas (montículos de piedra) para marcar el camino, ya que decidimos tomar una ruta alternativa hacia la cima". (José Méndez)
Fuerte abrazo
"Cuando hicimos cumbre, todos nos abrazamos fuerte. Veníamos de pasar unos días difíciles, pero el compañerismo nos ayudó a superar el frío y la altura". (Leonardo Burgos)
Alegría total
"La noche en la que logramos el objetivo, el humor del grupo fue excelente; cantamos y nos reímos hasta muy tarde". (Ezequiel Orellana)
Entre amigos
"La trepada fue muy difícil, y más para nosotras. No podríamos haber alcanzado la cima sin el respaldo del grupo, que nos acompañó y alentó en todo momento". (Florencia y Priscilla)
Leonardo Burgos, Martín Requena, Sebastián Villagra, Santiago Gastiazoro, Ezequiel Orellana, Florencia Casas, Priscila Coronel, Sebastián Rubio, Federico Max y José Méndez participaron del ascenso.
La partida se produjo el sábado 11. El grupo se desplazó por vía automovilística desde El Mollar hasta la localidad de El Rincón, ubicada al pie del cerro Muñoz. El primer día, los montañistas ascendieron hasta los 3.500 metros y allí establecieron el primer campamento, con una temperatura de 9 grados bajo cero y fuertes vientos. Ofició de apoyo durante la jornada el arriero Juan Mamaní.
El domingo 12, cerca del mediodía, partieron hacia el segundo campamento, a 3.900 metros; allí armaron las carpas y debieron descongelar el hielo de la vertiente. Después pudieron tomar algo caliente.
No obstante, pasaron una noche más tranquila. Así, la siguiente jornada se inició con la esperanza de todos de llegar a la cima del cerro. A las 8.30 comenzaron el ascenso por las laderas empinadas del lado oeste y luego de un esfuerzo de cinco horas consiguieron el objetivo.
Luego de superar la primera cumbre, el grupo se puso en la tarea de alcanzar la siguiente: tras un descanso, la marcha siguió por el filo de la montaña hasta llegar a la segunda cumbre, más empinada y rocosa. En ese sitio hallaron una apacheta, en cuyo interior se encontraba un testimonio de cumbre dejado hace 14 años por el GMT, integrados por montañistas de Monteros.
Luego de dejar el banderín del GMT, se emprendió el regreso al campamento para descansar. Al llegar a la base del cerro, en El Rincón, los montañistas fueron recibidos por don Miguel Mamaní. El y su esposa, doña Petrona, compartieron un mate cocido con bollos con los deportistas. Más tarde, se produjo la llegada del ómnibus que los llevó de vuelta a El Mollar. Con el objetivo cumplido, ahora el grupo se prepara para afrontar nuevos desafíos.
Recompensa
"La primera fue una noche tremenda para el grupo, pero valió la pena el esfuerzo para ver la luna que iluminaba el campamento como si fuera de día". (Federico Max)
Buena decisión
"Durante todo el recorrido tuvimos que dejar apachetas (montículos de piedra) para marcar el camino, ya que decidimos tomar una ruta alternativa hacia la cima". (José Méndez)
Fuerte abrazo
"Cuando hicimos cumbre, todos nos abrazamos fuerte. Veníamos de pasar unos días difíciles, pero el compañerismo nos ayudó a superar el frío y la altura". (Leonardo Burgos)
Alegría total
"La noche en la que logramos el objetivo, el humor del grupo fue excelente; cantamos y nos reímos hasta muy tarde". (Ezequiel Orellana)
Entre amigos
"La trepada fue muy difícil, y más para nosotras. No podríamos haber alcanzado la cima sin el respaldo del grupo, que nos acompañó y alentó en todo momento". (Florencia y Priscilla)
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