Los perros adultos también deben ser desparasitados

Los perros adultos también deben ser desparasitados

El parásito Toxocara canis es muy peligroso, ya que ataca pulmones, hígado y ojos.

RIESGO LATENTE. Las mascotas deben ser controladas para evitar que contraigan patologías contagiosas. LA GACETA / JUAN PABLO SANCHEZ NOLI RIESGO LATENTE. Las mascotas deben ser controladas para evitar que contraigan patologías contagiosas. LA GACETA / JUAN PABLO SANCHEZ NOLI
18 Marzo 2009

Para quienes tienen mascotas, cuidarlas es muy importante. Sin embargo, muchas veces la necesidad de desparasitarlas correctamente pasa inadvertida y se cree que debe hacerse únicamente cuando el animal es cachorro.
Se convive a diario con agentes infecciosos, bacterias, microbios y también parásitos. El Toxocara canis es uno de estos últimos y de los más peligrosos, ya que cuando ingresa al organismo humano como huésped accidental puede llegar a provocar daños muy severos. Generalmente, ataca los pulmones, el hígado y los ojos.
Se estima que el 30% de la población estuvo en contacto con este parásito en algún momento de su vida. Para la mayoría habrá pasado sin dejar un daño significativo, pero lo cierto es que, cuando ataca, los efectos pueden ser devastadores.
Se calcula que un perro con toxocarosis libera en su materia fecal entre 20.000 y 200.000 huevos de parásitos al día, lo cual se traduce en un enorme potencial de contaminación presente en las plazas y en las veredas por donde pasan los perros.

En la sangre
"El parásito ingresa al organismo y se instala en el torrente sanguíneo. Las lesiones que puede generar son gravísimas y no tienen tratamiento. La gente tiene que saber que una vez que el parásito atacó el ojo lo más probable es que este deba ser extraído. El paciente pierde visión pero además experimenta un gran dolor", advirtió la vicepresidenta de la Sociedad Argentina de Oftalmología Infantil, Viviana Abudi, quien es además médica principal del servicio de Oftalmología del Hospital de Pediatría Juan P. Garrahan.
Según la especialista, cuando se detecta toxocariasis en el cuerpo, por medio de un análisis de sangre, se pueden dar antiparasitarios. Aunque estos no llegan hasta los ojos, pueden evitar que sean atacados en un rebrote de la enfermedad.
Una vez que el parásito entró no hay forma de detectar que no haya quedado alguno vivo en el cuerpo, con lo cual la persona infectada tendrá que hacerse controles de por vida.

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La saliva contagia
El peligro no está solamente en los areneros contaminados con heces de los animales. Quienes tienen una mascota y juegan con ellas también están expuestos, ya que la saliva de los animales, al lamerse la cola luego de defecar, arrastra los huevos del toxocara.
En consecuencia, la saliva también contagia, y esto hay que tenerlo en cuenta.
Cuando el parásito ingresa al cuerpo se queda un tiempo causando daño en diversos órganos, pero lo más grave ocurre cuando el parásito muere, debido a la toxina que libera.
"En algún momento se quiso sacar el granuloma que se forma en la retina, producto de la anidación del parásito, con láser localizado, pero no se pudo porque al matarlo se observó que era cuando más daño se provocaba", detalló la especialista.

Falta de conciencia
La experta opina que no sólo tendría que haber multas para las personas que pasean los perros por la calle y no levantan las deposiciones, sino que además habría que concientizar a la población sobre el peligro que implica no desparasitar a los animales.
"No se puede mostrar por TV una persona besándose con un cachorro; es un mal mensaje", sostiene.
"Tiene que quedar claro en la población que la única forma de prevenir la enfermedad es desparasitando los perros, porque una vez que el parásito ingresa al cuerpo humano y se aloja en uno de los ojos, este está perdido, se experimenta dolor, pérdida de visión y se llega incluso a la extirpación del ojo afectado", subrayó Abudi.

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