Una maratón de imágenes recorrerá las salas tucumanas

Una maratón de imágenes recorrerá las salas tucumanas

El miércoles se inicia la tercera edición de la bienal. Novedades en un festival que se consolida a nivel nacional.

VIAJE AL PASADO. Una de las fotografías de “El álbum. Tucumán en el tiempo”. VIAJE AL PASADO. Una de las fotografías de “El álbum. Tucumán en el tiempo”.
05 Octubre 2008

Con una presencia muy fuerte de profesionales latinoamericanos (Brasil, Perú y México) se iniciará el miércoles, en Tucumán, la tercera bienal argentina de fotografía documental.
Exposiciones, conferencias, talleres y revisión de portfolios, serán los ejes en los que se pondrá en movimiento este evento, que ya se ha posicionado en todo el país como uno de los encuentros más relevantes. Además ha sido invitado para participar institucionalmente del próximo Fotoseptiembre, el gran festival mexicano de la fotografía cuya edición 2009 va a estar dedicada a la fotografía argentina.
Con bombos y platillos, la maratón de muestras se largará el miércoles a las 17.30 en la Casa Histórica, con “El álbum. Tucumán en el siglo XIX”, curada por Diego Aráoz.
Una de las actividades más interesantes es la desarrollada por la Fundación PH 15, que tiene una muestra y una charla con el público en la Casa Municipal de Cultura, del parque 9 de Julio (el jueves a las 11). Esta ONG utiliza a la fotografía como herramienta de inclusión social y tiene un trabajo de años en la villa porteña conocida como “Ciudad Oculta”, formando niños y adolescentes, algunos de los cuales hoy están integrados como formadores y talleristas”, cuenta orgulloso el director de la bienal, Julio Pantoja. Y agrega: un grupo de ellos va a dictar un taller de fotografía estenopeica o “fotolata”, con cámaras fabricadas por ellos mismos, a niños de Leales, en un trabajo conjunto con el Ministerio de Educación de la provincia que declaró a esta bienal como “de interés educativo”. Otra de las novedades de esta edición es la inclusión de una selección de trabajos en formato multimedia, que se hizo a partir de una convocatoria curada por Tony Valdéz y Julieta Escardó. Este grupo de ensayos se proyectará en el Centro Virla y en el festival de cortometrajes “Cortala! 08” que se hace a principios de noviembre.
“La calidad de los trabajos es muy buena y se presentaron fotógrafos de más de 10 paises, algunos muy reconocidos como el mexicano Francisco Mata Rosas”, dijo Pantoja.
Luego señaló: “estamos cada vez más preocupados por tener un criterio curatorial macro, definido y claro, en función de los espacios y entre las muestras que comparten un mismo edificio. Por ejemplo, en el MUNT, que fuera el “hotel de inmigrantes”, las muestras van a estar dedicadas a las migraciones (Tijuana y la frontera con Estados Unidos (Córdoba-Leyva); los africanos que pujan por entrar a las Islas Canarias (Adonaylo), y los emigrantes argentinos que huyeron con la crisis del 2002 (Lipzyc).

Con la cámara, en la historia siempre se pudo mentir

“La fotografía siempre pudo decir las mentiras que quiso y, de hecho, lo hizo a lo largo de toda la historia. La verdad y/o la mentira tienen que ver con las personas, no con los instrumentos con que utilizan para comunicar”, responde Julio Pantoja ante una pregunta precisa. “El nivel de iconicidad tan alto que tiene la fotografía, desde siempre, hizo que mucha gente confundiera la realidad con la “representación de la realidad” que es la fotografía. La confianza depositada de este modo permitió que con cierta facilidad, con mayor o menor destreza, siempre se buscara manipular el mensaje transmitido por ésta, sobre todo con fines políticos. Un ejemplo de manual, en la historia, son algunas fotos del período stalinista de la ex Unión Soviética en que se “borraba” del lado de los líderes a opositores trotskistas caídos en desgracia. Y era con tijerita, lápiz de grafito y plasticola. Hoy eso se hace con Photoshop, pero es lo mismo”.

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