La “Máquina de Dios” echó a andar, con la misión de desentrañar el origen del Universo

La “Máquina de Dios” echó a andar, con la misión de desentrañar el origen del Universo

Arrancó el colisionador de partículas. Investigadores destacan que este experimento es tan revolucionario como lo fue en su momento el desarrollo de la Física Cuántica. En primer test consistió en lanzar un haz de protones en dos sentidos opuestos. El acelerador viajará casi a la velocidad de la luz.

EN GINEBRA. Científicos del CERN siguen atentamente la información que se generó ayer, apenas empezó a funcionar el Colisionador de Hadrones.AFP EN GINEBRA. Científicos del CERN siguen atentamente la información que se generó ayer, apenas empezó a funcionar el Colisionador de Hadrones.AFP
11 Septiembre 2008
GINEBRA - El LHC, el mayor experimento científico jamás realizado que intentará develar misterios de la materia y el inicio del universo, fue puesta en marcha ayer a las 7 de la mañana, cerca de Ginebra, Suiza, con resultados positivos.
La primera prueba del Gran Colisionador de Hadrones (LHC, por sus siglas en inglés) fue recibida con aplausos por los científicos presentes en la sala de control de Laboratorio para la Física de Partículas, del Centro Europeo para la Investigación Nuclear (CERN). El primer test consistió en lanzar un haz de protones en un sentido para ver cómo atravesaban el colisionador; y más tarde en el sentido opuesto, sin producir choque de partículas, los que quedaron relegados para el futuro, informó la agencia DPA.
"Hoy fue un momento nuevo para la Física, comparable a cuando fue descubierta la física cuántica, y nosotros tuvimos el privilegio de vivirlo" dijo eufórico el presidente del Instituto Nacional de Física Nuclear, Roberto Petronzio.
En el ambicioso proyecto trabajaron alrededor de 6.000 físicos e ingenieros, entre ellos ocho argentinos. El CERN construyó a 100 metros bajo tierra, cerca de Ginebra, bajo la frontera franco-suiza un anillo de 27 kilómetros de circunferencia, que enfrió a lo largo de dos años para alcanzar los -271,3 grados centígrados.
La obra comenzó en 1996 y culminó ahora. Alrededor del anillo se instalaron cuatro grandes detectores, en cuyo núcleo se producirán en el futuro grandes colisiones de protones, que son partículas de la familia de los hadrones.
Cuando esté en pleno funcionamiento, el LHC alcanzará al 99,99% de la velocidad de la luz, calculada en unos 300.000 kilómetros por segundo. A máxima potencia, 600 millones de colisiones por segundo generarán partículas, algunas de las cuales jamás se han observado, como el todavía teórico bosón de Higgs o "partícula elemental de Dios", cuya existencia no ha sido probada, y al cual se le atribuye la posibilidad de dotar de masa a otras partículas.
La "máquina de Dios" se compone de cuatro detectores, dos de los cuales, el Atlas y el CMS, fueron diseñados precisamente para estudiar el bosón de Higgs.
María Teresa Dova, codirectora del equipo argentino que participa en el proyecto, aseguró a radio Continental: "con este acelerador de protones pensamos que podemos descubrir algunas de las partículas fundamentales como la de Higgs" con lo que se aspira a "completar las teorías de comprensión del Universo".
"Estas partículas generan energías enormes, y al colisionar se produce una enormísima cantidad de energía en una región muy microscópica, que recrean partículas, fuerzas e interacciones, que ya no están presentes hoy en el universo", sostuvo la investigadora.
El LHCb, nombre de otro de los cuatro detectores, buscará dilucidar qué pasó con la antimateria en el momento del Big Bang, y el Alice se ocupará de las colisiones de iones de plomo para recrear en tiempo relámpago la "sopa" de quarks y gluones que formaban la materia en los primeros microsegundos del Universo. (Télam).

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