El pasado está en el ala de un avión que cayó en el último día

El pasado está en el ala de un avión que cayó en el último día

Un médico tucumano guardó durante 25 años una pieza de la nave hasta que en 2007 se enteró de que era una reliquia de la guerra.

RECUERDOS. González mira el semiala del Canberra y revive la Guerra de Malvinas RECUERDOS. González mira el semiala del Canberra y revive la Guerra de Malvinas
02 Abril 2008
No obstante el tiempo transcurrido desde el conflicto del Atlántico Sur, las Malvinas siguen sorprendiendo con historias que sus protagonistas se empecinan en recuperar. En la madrugada del 14 de junio de 1982, en la última misión de la Fuerza Aérea Argentina, el Canberra B-108, conducido por el capitán Fernando Casado, lanzó su carga de explosivos sobre las posiciones inglesas en las Malvinas. Minutos más tarde, fue alcanzado por un misil disparado por la fragata "Exeter" y cayó al mar. No quedaron rastros del bombardero.

Custodio de una reliquia
Sin embargo, en 2007, el médico tucumano y primer teniente (r), Daniel González, de 53 años, un apasionado por los aviones, contó a LA GACETA que conservaba en su casa de la capital tucumana una pieza que perteneció al Canberra antes de que fuera derribado. Durante la guerra, González cumplió servicios como rescatista a bordo de un helicóptero perteneciente al "Escuadrón Canberra".
Según relató, el año pasado leyó en el libro "BAC Canberra", de Jorge Núñez Padín, la historia del B-108. Allí cuenta el autor que el 1 de mayo de 1982, el bombardero fue atacado por un misil lanzado por la fragata inglesa "Yarmouth", que explotó debajo de la aeronave, y le produjo la rotura de la punta de la semiala izquierda; y que si bien la aeronave pudo regresar a la base de Trelew, la pieza estaba dañada y fue reemplazada. En ese momento, González recordó que conservaba en su poder la pieza que había sido sustituida.
Impresionado por el efecto de la explosión en el metal, que quedó retorcido, decidió conservar la pieza como un recuerdo más de la guerra. González todavía se sorprende por haber descubierto que durante 25 años fue el custodio de una reliquia. Para él, la pieza tiene un gran valor sentimental. Durante la entrevista en su casa, mientras la observaba, su mirada retrocedía hasta 1982 y revivía aquel momento, recordaba a sus amigos y compañeros pilotos que murieron en combate.
Sin embargo, pensó que era conveniente de que esta pieza sea conservada como tal, una reliquia de guerra, por lo cual decidió donarla. Para ello se comunicó con sus superiores, a quienes les contó su descubrimiento y estos avalaron su decisión. La semiala izquierda del Canberra B-108, donada por González, será exhibida en el Museo Nacional de Aeronáutica, en la localidad bonaerense de Morón, en una sala que estará dedicada a Malvinas.
La responsable de ese museo, licenciada María Suretti, convocó a quienes tengan recuerdos materiales de la guerra en el sur a donarlas al museo para que formen parte de la sala temática.

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