En los hospitales hacen cola toda la noche

En los hospitales hacen cola toda la noche

Las mejoras edilicias no solucionan los padecimientos. Algunos especialistas dan turnos para fines de abril. Escenas de furia y de resignación se repiten todos los días. Gente a la que no le queda otra alternativa.

ENFERMOS Y AGOTADOS. Muchos niños, como Moisés, ya están habituados a dormir en los hospitales. ENFERMOS Y AGOTADOS. Muchos niños, como Moisés, ya están habituados a dormir en los hospitales.
22 Marzo 2005
CONCEPCION.- María Gabri, del barrio Terminal, se instaló en el hospital de esta ciudad a las 4 del viernes, con su hija Nazarena, de 1 año, en brazos. Eran las 5 y faltaba una hora para que habilitaran la ventanilla de los turnos. Luego, con suerte, tendría que esperar entre dos y tres horas para que la atendieran. Delante de ella había varias madres que habían llegado más temprano. "Venir al hospital es un calvario. No me queda alternativa, porque no tengo obra social ni plata", se quejó. Cuando a las 6 se inician las anotaciones, las filas -con más de medio centenar de pacientes- se extienden hasta la vereda. El anuncio de que llegó el momento saca, a muchos, de un sueño profundo.
Para cada especialista se dan 15 turnos. Los pacientes que quedan fuera tienen que regresar otro día. Las mamás que buscan un pediatra pueden regresar a la tarde, pero deben anotarse a partir del mediodía.
El desborde en los hospitales se repite en Aguilares, Alberdi y Simoca. Los pacientes, que llegan de distintos barrios y comunidades rurales, están obligados a amanecerse si aspiran a conseguir un turno. "Salvo que uno esté muriéndose, es difícil que logre asistencia inmediata. Lo mismo sucede con los análisis y con otros estudios. Te dan turnos para dentro de un mes", dijo Melisa Galván del barrio Costanera. El único neurólogo, que atiende dos veces a la semana, está lejos de responder a las demandas de asistencia -tiene turnos para fines de abril- y oftalmología está sin cubrir. En el "Miguel Belascuain", aunque las mejoras edilicias son considerables, el drama de la atención sigue sin superarse. El director, Julio Manuel Isa, dijo que en los últimos meses la demanda se incrementó un 30%. "A la mañana se registran las mayores aglomeraciones porque son las horas en que atienden los especialistas. Se hace el mayor esfuerzo para responder", añadió.

Mejor atención
Aurelio Lezcano, de Atahona, dijo que el hospital de Concepción ofrece mejor asistencia que el de Simoca y que por eso va hasta allí. "Tenía la glucemia alta y me habían dado turno para dentro de 20 días en Simoca. Aquí me atendieron rápido. De lo contrario, me habría muerto", dijo el hombre. En el hospital de Aguilares, una mujer que se identificó sólo como Paola golpeaba desesperadamente la puerta de la sala de rayos X para pedir una radiografía para su hijo. El niño, con una pierna fracturada, gritaba de dolor. La madre, finalmente, decidió irse del hospital tras ser informada de que el radiólogo no se encontraba. A su alrededor eran ensordecedores los ruidos causados por quienes llevan adelante las obras que se realizan en ese hospital. (C)

Dicen que la gente está mal habituada

La escena se repite en el Hospital de Niños. Decenas de padres con sus hijos -algunos en brazos- pasan la noche en vela en pasillos y salas de espera en compañía del infaltable mate, que va y viene de mano en mano. A las 6 esa solidaridad se desvanece, y hasta surgen discusiones cuando tienen que ubicarse en la cola de acuerdo con el orden de llegada para solicitar número para algún especialista. Pero desde comienzos de mes el desvelo es vano, ya que cambió el sistema de atención.
"Vivo en el barrio Victoria y llegué anoche a las 12, para que me atiendan temprano. Camila (su bebé de nueve meses) está con fiebre y diarrea, y quería que la vea el gastroenterólogo. No me quisieron dar número para el especialista porque dicen que tengo que traer la derivación del pediatra o del médico del CAPS. Muchas madres ya se han ido, pero yo me quedé para que la vea el clínico de la guardia", contó Eusebia de Brandán, de 29 años, que tenía turno para las 10.30.
La directora del hospital, Graciela Lavado, explicó que hasta febrero se atendía a las madres que se autoderivaban. "Este tipo de demanda no se puede solucionar en el día -aseguró la médica-. Por eso ahora la atención en las especialidades es programada: la mamá debe traer la derivación del médico del CAPS, y en base al problema del chico se le da turno. Así la atención está asegurada".
Lavado admitió que a los padres les costará adaptarse al cambio, porque están acostumbrados a hacer cola para los especialistas sin que el niño haya sido visto por un pediatra. "Se autoderivaban para el neurólogo si el chico tenía dolor de cabeza, para el otorrinolaringólogo si le dolía el oído. Pero esta modalidad no va más, a no ser que el niño llegue con algún problema que deba ser resuelto de inmediato", señaló la directora.

Atención rebasada
Sentada frente a la Guardia, Karina Díaz, de 33 años, esperaba con su hija Yamila (6) el turno que tenía para las 12. "Llegué a las 7. Vivo en Jujuy 4.532, y primero fui al CAPS San Felipe, pero estaba lleno. Mi hija está con vómitos y fiebre. Prefiero venir directamente aquí para que me atiendan", admitió.
Otra mamá, Fátima Monteros, de 18 años, de Fortunata García 1.262, tenía a su hija Leonela, de 9 meses, en brazos. "Quería que la vea el urólogo porque está con infección urinaria y anémica, pero la verá el clínico porque ya le hice la ecografía que me habían pedido", señaló. ¿Usted fue al CAPS de su barrio?, se le preguntó. "No, me corresponde el del barrio Victoria. Es grande y muy completo, pero ya me acostumbré a venir al Hospital de Niños", respondió.

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