La incontinencia urinaria tiene un gran impacto en la vida de quienes la padecen, porque les ocasiona inconvenientes físicos, sociales, psicológicos y económicos. La pérdida de orina involuntaria es un problema que afecta a más de 1,5 millón de personas en nuestro país, con mayor preponderancia en la mujer.
Para brindar mayor información sobre este síntoma -y no enfermedad como se la llama comúnmente- y derribar los mitos y tabúes que rodean a la incontinencia urinaria y otros temas relevantes sobre el futuro del bienestar, la multinacional sueca Essity realizó la Encuesta Global de Higiene y Salud 2022 a más de 15.000 personas de todo el mundo, incluyendo Sudamérica. Asimismo, la organización latinoamericana No Pausa presentó un informe sobre la menopausia y el climaterio, que indica que el 60% de las mujeres asumió haber experimentado la incontinencia urinaria durante esas etapas.
Ya sean ocasionales o con mayor frecuencia y sin importar la cantidad de líquido derramado, la pérdida de orina genera una sensación de vergüenza. La Encuesta Global reveló que el 23% de quienes padecen de incontinencia urinaria evitan hablar sobre ello. Esto genera que pocos consulten a un profesional de manera espontánea debido a la falta de información sobre esta condición, tratamientos y el pudor por asociarlo, erróneamente, a la vejez.
Desde el punto de vista educativo y con el objetivo de romper tabúes, la Academia TENA® -un espacio que tiene la empresa TENA para atender consultas sobre el tema- emitió un comunicado en el que asegura que alrededor del 40% de la población sufre de incontinencia urinaria, y este número puede crecer a medida que se acercan a la mediana edad. Si bien es más común en la vida adulta, no se trata de un síntoma asociado solo a la vejez, sino que, por diferentes causas, también la padecen personas menores de 40 años y la mayoría es mujer.
De hecho, una de cada cuatro mujeres de más de 35 años sufre de pérdidas de orina. En especial, aquellas que tuvieron partos naturales, alteraciones hormonales o durante el embarazo, con goteos esporádicos leves o moderados. Si bien son mayoría, no son las únicas que padecen de incontinencia urinaria.
Menopausia
La organización No Pausa trabaja desde hace cuatro años en la visibilización de la menopausia. “Es una etapa más de nuestra biografía hormonal que sucede mucho antes de lo que nos imaginamos: a mediados de los 40 ya empezamos a experimentar los síntomas. Son más de 34 los síntomas físicos, cognitivos, emocionales, nutricionales, sexuales y urogenitales que atraviesan esta etapa. Sin embargo, en promedio apenas podemos nombrar tres”, explica la ginecóloga Agustina Starvaggi, de la organización.
Durante este periodo y a medida que el cuerpo se prepara para dejar de menstruar, las mujeres pasan por cambios emocionales (tristeza, angustia, cambios de humor) y por síntomas de físicos, algunos más conocidos (sofocos o la bajada de la libido) y otros menos conocidos (nieblas mentales, olvidos frecuentes, sequedad de las mucosas oculares, bucales, vaginales).
Los escapes de orina también pueden aparecer como un síntoma frecuente en esta etapa. Según la doctora Starvaggi, “el descenso de los estrógenos genera cambios a nivel de la mucosa urogenital que hacen, por un lado, que sea menos efectivo el cierre de la uretra, ese cañito por donde hacemos pis. Eso favorece la incontinencia de esfuerzo (escapes ante esfuerzos abdominales) y la de urgencia, que es la sensación inminente de ganas de ir al baño”. La mayoría de las mujeres desconoce este vínculo y termina conviviendo con el malestar que implica la incontinencia. Por lo que es importante concientizar y hablar sobre las distintas alternativas de tratamientos.
Hay gran variedad de productos
Las personas que tienen pérdidas de orina creen de forma equivocada que deben usar un pañal para adultos, advierte la empresa Academia TENA en un comunicado. “La realidad demuestra que cada vez más hay más productos en góndolas de farmacias y supermercados. Protectores diarios, toallas y pants o ropa interior desechable van ganando espacio en el sector de cuidado femenino. Son artículos desarrollados para atender distintos tipos de incontinencia: leve, moderada o abundante. Con la premisa de poder brindarles a las personas el cuidado que necesitan, evitando accidentes y dándoles la seguridad que precisan para seguir realizando sus actividades con normalidad”, señala la firma.