Los miles de votos que había enviado el oficialismo a la Junta Electoral Provincial con la fórmula Osvaldo Jaldo-Juan Manzur fueron destruidos en el Centro de Interpretación Ambiental y Tecnológica, en Tafí Viejo, y quedaron en condiciones de ser sometidos a un proceso de reciclado, en una planta papelera ubicada en Buenos Aires. Se trata de los mazos de boletas y de los votos testigos que había impreso el oficialismo con miras a los comicios previstos para el 14 de mayo, antes de la suspensión derivada de la cautelar de la Corte nacional y de la confirmación del nuevo binomio del Frente de Todos (FdT), con Miguel Ángel Acevedo como candidato a vicegobernador de Jaldo.

El cargamento con 10.860 kilogramos de papeles y bolsines (los envoltorios plásticos en los cuales se resguarda el material electoral) llegó en horas de la mañana a las instalaciones de San Juan 2.015, en Tafí Viejo.

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El personal de esta institución procedió a separar ambos elementos -papeles y plásticos-, y al final del proceso se labró un acta que fue refrendada por el secretario Electoral, Darío Almaraz; por la directora de Medio Ambiente de Tafí Viejo, Sofía Solórzano; y por el encargado del CIAT, Daniel Castillo. ¿Dónde irán a parar estos materiales? Todo será reutilizado, explicaron fuentes oficiales a LA GACETA.

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Los plásticos de los bolsines están compuestos por polietileno de baja densidad (tipo film), por lo que el personal del CIAT los reconvierte en placas de plástico flexible, de 2 x 1,10 metros, con 4 milímetros de espesor. Luego, estas planchas pueden servir para distintos fines, por ejemplo, como mobiliario urbano en los Ecopuntos de recepción de residuos dispuestos por la Municipalidad de Tafí Viejo.

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El papel de las miles de boletas con la anterior fórmula del FdT, en tanto, fue picado en las máquinas moledoras del CIAT. De esta manera, se asegura que ya no tenga valor documental. Y, por otro lado, las 10 toneladas de votos triturados quedaron en condiciones de ser enviadas a Buenos Aires. Allí, una empresa papelera los reutiliza para producir papel higiénico y rollos de cocina, entre otros elementos de uso cotidiano elaborados con insumos reciclados.