Se conoció hoy que el fiscal federal Carlos Rívolo dio por cerrada la investigación y pidió la elevación a juicio de la causa por el intento de asesinato de Cristina Fernández de Kirchner. Luego la Vicepresidenta apuntó contra el funcionario judicial y contra la jueza María Eugenia Capuchetti, a quienes acusó de querer “evitar conocer la verdad” por no haber tenido en cuenta testimonios que vinculaban al hecho a dirigentes de Juntos por el Cambio.

En una carta que publicó en las redes sociales, la ex mandataria sostuvo que en el último dictamen se “omite por completo valorar todo lo relacionado” con las hipótesis “que apuntan a personas que van más allá” de los actuales acusados, Brenda Uliarte, Fernando Sabag Montiel y Gabriel Nicolás Carrizo.

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“Como he dicho, no hay práctica más clara para buscar la impunidad de causas complejas, que partirlas en pedacitos. Lo que queda no se investiga nunca más. Y Comodoro Py tiene un penoso historial en ese sentido”, sostuvo la ex jefa de Estado.

Al respecto, señaló que “el fiscal Rívolo dio por cerrada la investigación del intento de asesinato que sufrí el 1 de septiembre del año pasado y pidió la elevación a juicio de la causa únicamente respecto” de esos tres sospechosos.

Según Cristina Kirchner, ni la jueza ni el fiscal “quisieron investigar el intento de asesinato y ahora pretenden cerrar la investigación con una celeridad que nunca demostraron en ninguna causa”, pero no dedicaron “ni una sola palabra a sopesar” las pruebas producidas en relación con la posible relación en el ataque del ex viceministro de Seguridad y ahora diputado del PRO, Gerardo Millman, muy cercano a Patricia Bullrich.

“Ni siquiera menciona la reciente declaración de Ivana Bohdziewicz, ex asesora de Millman, en la que contó cómo la llevaron a borrar su celular a las oficinas de Patricia Bullrich, en Av. De Mayo. Curiosamente, este hecho es el único ‘olvido’ de Rívolo al repasar los testimonios brindados en la causa. Como es de público conocimiento, todas las pruebas producidas en relación con la participación de Millman han resultado incriminatorias”, lamentó.

Según la Vicepresidenta, “toda la investigación se caracterizó por evitar conocer la verdad” y “está plagada de testigos que borraron sus teléfonos, prueba que se destruyó sin investigar sus causas y motivaciones, y un intento evidente y desesperado por evitar hallar la posible participación de terceros, financistas e instigadores”.

INTENTO DE MAGNICIDIO. La jueza y el fiscal de la causa, María Eugenia Capuchetti y Carlos Rívolo.

“Todo ello, sin perjuicio de que en otra investigación inexplicablemente separada a la del atentado, hay pagos injustificados de la familia Caputo y posible lavado de dinero en torno a personajes relacionados con el atentado, junto a innumerables indicios pendientes de investigación que muestran un vínculo entre agrupaciones pseudo políticas violentas y los perpetradores del ataque”, agregó.

Asimismo, Cristina Kirchner criticó a Rívolo por acusar a Carrizo únicamente de haberles otorgado al resto de los imputados un arma que no se usó, cuando en su teléfono “tiene mensajes tales como ‘ahora vamos a matar al jefe de la Cámpora’ y hace constantes alusiones a un alto nivel de organización del atentado”.

“Además, el fiscal no se expresa en lo más mínimo respecto al borrado del celular de Sabag Montiel, cuyo contenido se perdió el día del intento de asesinato con una intervención, cuanto menos, negligente de la jueza”, consideró.

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Por último, la titular del Senado remarcó que Rívolo “no se expresa respecto de las medidas de prueba pendientes de producción, que hacen inadmisible elevar la causa a juicio”, la cual debería estar “en pleno trámite”, ya que, “necesariamente, la responsabilidad de los autores materiales está atada a la de cualquier persona que haya colaborado desde ‘atrás’”.

“Desde el primer día hasta hoy, las autoridades judiciales han puesto una traba tras otra para impedir que salga a la luz la verdad de lo ocurrido el 1 de septiembre de 2022. Como he dicho, para CFK no hay ni habrá justicia, ni como acusada, ni como víctima. Me quieren presa o muerta”, cerró.