El último Boletín Epidemiológico Nacional (BEN) emitido por el Ministerio de Salud de la Nación confirmó que ya son 35 las personas fallecidas en el país a causa del dengue en el país. 

La cantidad de muertes confirmadas hasta el momento, ubica al 2023 como el año récord de muertes por dengue de la historia argentina. En Tucumán siguen subiendo los contagios: ya se notificaron 17.578 casos.

Vale recordar que en el pico registrado en 2020 se contabilizaron 26 fallecidos con pruebas positivas para dengue y 8 decesos en estudio al cierre del Boletín Epidemiológico emitido a finales de julio de 2020.

Qué es el dengue tailandés y cuáles son sus características

Esto se debe según detalla Clarín en base a datos oficiales a que en Argentina también predomina el serotipo 2. Esta cepa, una de las cuatro en las que se divide dengue y que se denomina técnicamente DENV-2, no sólo tiene la capacidad de ser más agresiva y letal.

Según se comprobó, las chances de que la transmisión de la infección se concreten crecen considerablemente. Una investigación midió esta característica y llegó a conclusiones reveladoras, detalla Clarín.

¿En qué consiste la esterilización de mosquitos para controlar el dengue?

El trabajo, titulado “El genotipo del virus del dengue determina la capacidad vectorial del Aedes aegypti”, publicado en el American Journal of American Medicine and Hygiene y firmado por Justin Anderson y Rebeca Rico-Hesse, se basa en la descripción de dos de las cuatro variantes o genotipos que aglutina el DENV-2.

Uno de los genotipos es el americano (AM) y el otro, el del sudeste asiático (SEA). El segundo, originario de Tailandia, se describió ya en América durante la epidemia cubana de 1981, que dejó muchos casos de fiebre hemorrágica. Posteriormente fue identificado en otros países de la región.

Dengue tailandés: mayor capacidad de contagio

Lo que diferencia el genotipo del sudeste asiático del americano es la velocidad con la que el mosquito se infecta una vez que pica a una persona ya contagiada, lo que lo coloca mucho más rápido en capacidad para seguir transmitiendo la enfermedad.

El trabajo de Anderson y Rico-Hesse explica, a su vez, otro dato clave que completa el círculo para que la epidemia se acelere: las células humanas infectadas por el virus del SEA producen mayor progenie viral por cada célula infectada en comparación con la cepa AM.

Los autores investigaron las diferencias de diseminación entre los genotipos AM y del SEA y cómo esas diferencias influyen en la dinámica de la transmisión. Demostraron que tienen diferentes períodos de incubación. Para hacerlo, criaron mosquitos y los infectaron con ambas variantes del DENV-2.