Argentina no cuenta con normas que fijen los montos máximos a los que se puede vender la nafta y el gasoil. Los precios de los combustibles están desregulados y ante este escenario hay una gran dispersión de precios, que se siente con mayor fuerza en el noroeste porque es una de las regiones con mayores costos en estos productos. Así, por ejemplo, en comparación con los precios de los combustibles de Buenos Aires, los valores en Tucumán se encarecen entre un 10% y un 12%.

Las explicaciones a este fenómeno no abundan y ante esto Daniel Gargiulo, presidente de  Cámara de Comerciantes de Derivados del Petróleo, Gas y Afines (Capega), explicó que estas situaciones obedecen a los subsidios que se focalizan en el centro del país como parte de “un modelo unitario de país”. Incluso, en el NOA los precios tampoco están unificados y en jurisdicciones como Salta o Jujuy los precios son incluso más elevados que en la provincia.

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¿Funcionó Precios Justos?

A finales del año pasado, el Gobierno nacional estableció un tope en el aumento de los precios de la nafta por un plazo de cuatro meses. De acuerdo a lo dispuesto por la implementación del programa Precios Justos, las autoridades gubernamentales acordaron con las compañías YPF, Panamerican Energy, Raizen y Trafigura subas mensuales del 4%. Esta medida tenía como principal objetivo absorber mínimamente los incrementos en los biocombustibles, como así también los costos logísticos y la variación en el tipo de cambio oficial que afecta el precio de las materias primas que se utilizan para la producción de combustibles.

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A pesar de los aumentos, que oscilaron entre un 3% y un 5% en la provincia, los estacioneros reclaman que los valores de los combustibles todavía corren por detrás de otras subas como consecuencia del proceso inflacionario afronta la economía local. “Con la implementación de los Precios Justos tuvimos una frecuencia de aumentos mensuales que no habíamos tenido el año pasado, provocando un gran atraso en la actualización de los valores si lo comparamos con otros productos y el precio de la canasta básica”, dijo Gargiulo. 

En relación a esto, el referente del sector destacó que en otros rubros económicos se registraron subas superiores al 100%, mientras que los combustibles subieron poco más del 60%. “El paradigma de que el combustibles es generador de precios de inflación quedó descartado porque la inflación estuvo por encima del precio del combustible”, enfatizó.

Reclamo

Como consecuencia de todo este contexto económico, hoy las estaciones de servicio no atraviesan su mejor momento y desde Capega advierten que la gran mayoría de establecimientos de la provincia trabajan por debajo del punto de equilibrio porque los volúmenes de disponibilidad de combustible no son los normales. “Hay ciertos límites sobre la disponibilidad de combustibles y nuestro margen porcentual de utilidad neta disminuyó. Tenemos los mismos márgenes de utilidad bruta pero los costos aumentaron más que los ingresos”, precisó Gargiulo en diálogo con LA GACETA. 

Agregó que las cámaras que nuclean a los actores del sector vienen profundizando su reclamo en relación a las asimetrías que complican la labor cotidiana. “Las asimetrías de los combustibles vienen asignados por las petroleras que fijan los precios. Nosotros no alentamos ni pretendemos que suba el combustible pero tampoco queremos que haya retrasos con los valores relativos de otros bienes porque hoy tenemos un desfasaje del 30% entre los aumentos de los combustibles y los pagos que debemos afrontar a raíz de las paritarias”, cuestionó.

Desde el sector expendedor también están pidiendo al gobierno medidas que permitan paliar el déficit que generó la aplicación del programa nacional y ante esto remarcan la necesidad de buscar alternativas para mitigar el impacto que tuvo el tope mensual de aumentos. “La situación podría cambiar descomprimiendo el precio. No se reclama más plata, sino que se reconstituya su lugar en el sector, no se puede vender a un valor congelado cuando todo lo demás sube. A nadie le cierra una ecuación así”, sostuvo Analía Salguero, presidenta de la Cámara de Expendedores de San Juan, en conversación con surtidores.com.

Precios bajos

De acuerdo a datos de la Comisión Latinoamericana de Empresarios de Combustibles (Claec), el precio de los combustibles en Argentina hoy ocupan el quinto puesto en la región de abajo hacia arriba, y si se lo mide al valor del dólar billete, somos el país más barato de toda América después de Venezuela. 

Según las estadísticas de globalpetrolprices.com, al 6 de marzo, Uruguay se ubica en el podio, con un valor del litro de nafta de U$S 1,83, mientras que en el último escalón se encuentra Venezuela, con U$S 0,02. Si se toma en cuenta el dólar oficial, que es el que considera esta fuente, la Argentina se ubica en el puesto octavo, con un precio equivalente a U$S 0,79 el litro, seguido de Ecuador, Colombia, Bolivia y Venezuela. Si se tiene en cuenta el tipo de cambio libre ($ 386 por dólar), el país baja tres escalones y se posiciona penúltimo en la fila, con U$S 0,44 el litro de nafta súper, el más barato.

Evolución de precios en Tucumán

Marzo 2022

Súper $ 114, 60

Infinia $ 139, 30

Diesel 500 $ 98,80

Infinia Diesel $ 137,50

Marzo 2023

Súper $ 192.30

Infinia $ 243, 70

Diesel 500 $ 211,40

Infinia Diesel $ 291,70