La célula que los investigadores del Conicet lograron diferenciar les permitiría avanzar en la prueba de una vacuna antitumoral. Se trata de las células dendríticas, llamadas de este modo por presentar ramificaciones similares a las dendritas de las neuronas. En los próximos meses, la investigación atravesaría la fase pre-clínica con modelos  experimentales para el desarrollo de una vacuna antitumoral.

¿Qué son las células dendríticas?

Conocidas también como DC (dendritic cell) o células de Langerhans, este tipo de células pertenece a un tipo de glóbulos blancos, los fagocitos. Las células dendríticas se caracterizan por ser capaces de fagocitar material peligroso para el cuerpo, es decir, absorber objetos nocivos –como bacterias– para eliminarlos de nuestro organismo.

Jorge Geffner, investigador del Conicet en el Instituto de Investigaciones Biomédicas en Retrovirus y SIDA contó: “lo novedoso del trabajo fue que logramos obtener células dendríticas a partir de la diferenciación de monocitos (como se hace en muchos laboratorios) pero dotadas de una capacidad inmunogénica realmente muy alta; en otras palabras, logramos obtener células que manifiestan una gran capacidad de despertar una respuesta inmune”

Las células dendríticas serían protagonistas en este avance

¿Células más fuertes?

De acuerdo a lo señalado por el profesional, las DC “mostraron un alto nivel de refractariedad frente a la acción de mediadores inmunosupresores”, es decir que serían más resistentes frente a los agentes que eliminan o reducen la respuesta inmune del cuerpo.

Las células dendríticas son características de los mamíferos pero también fueron encontradas en pollos y tortugas. Geffner explicó que “estas células representan el motor y el cerebro de la respuesta inmune adaptativa” y que “no son un tipo celular más”, lo que explica el alto interés del equipo de investigación en ellas.

El proyecto surgió por iniciativa del investigador Fernando Erra Díaz, investigador del Conicet en el Inbirs y quien propuso originalmente el proyecto; y está siendo llevado a cabo, además de Geffner, por Gabriel Rabinovich y Tomas Dalotto Moreno, investigadores del Conicet en el Instituto de Biología y Medicina Experimental.