Horas de máxima tensión se viven en Rosario. Familiares y vecinos de Máximo Jerez, el niño asesinado el pasado domingo, atacaron la casa de un presunto vendedor de drogas. El hombre respondió a los tiros desde el balcón.

Una vez finalizado el velorio del menor, los vecinos  llegaron a la puerta del presunto vendedor de estupefacientes y empezaron a arrojar distintos proyectiles. El hombre salió por el balcón y comenzó a responder con piedrazos, pero después sacó un arma nueve milímetros y comenzó a disparar.

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Según consignó el sitio Todo Noticias (TN), posteriormente, llegaron varios patrulleros de la Policía Federal. Los vecinos le exigieron que detengan al presunto narco, que tenía el rostro ensangrentada producto de un piedrazo recibido unos minutos antes.

Pasadas las 13:30, la policía logró detener al acusado, pero no podía sacarlo por la gran cantidad de vecinos que había frente a la casa.

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Más tarde, ante la llegada de más policías y miembros de grupos especiales fuertemente armados, montaron un operativo y entre piedrazos y balas de goma lograron sacar a ‘el salteño’, como se apodaba al capo narco del barrio.

Incluso, la tía del niño asesinado quedó descompensada y tirada en medio de la calle ante la mirada de los efectivos y los vecinos, que fueron a asistirla. En paralelo, el padre de Máximo recibió varios impactos de bala de goma en su torso.

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A pocos metros de la vivienda del presunto vendedor de drogas, los vecinos también prendieron fuego y destruyeron el búnker donde se encargaban de realizar la compra venta de los estupefacientes.