Gran parte de la producción mundial está afectada por la guerra entre Rusia y Ucrania, la OTAN, Estados Unidos y otros países. Se equivocan los que creen que es un conflicto limitado y no internacional.

Por eso, precisamente, afecta los precios y la circulación de la energía, el gas, el petróleo y el comercio internacional.

La producción industrial vive crisis agravadas, y como tal, debía llegar a la industria del cine y del entretenimiento.

Desde el sábado se sabe que los rusos no podrán ver desde el 1 de marzo las películas de Disney. La empresa de origen estadounidense no renovará el contrato con las plataformas de Internet rusas debido a la intervención militar en Ucrania, informó el diario “Vedomosti”.

Hace casi un año al igual que otros grandes estudios, Disney abandonó el mercado ruso tras el inicio de la invasión al vecino país, aunque los usuarios podían seguir viendo sus producciones en la red.

Pero, según agencias internacionales como EFE, AFP, y Euronews el contrato de Disney con plataformas como Okko, Kinopoisk o Ivi expira el mes próximo y el estudio no tiene intención de renovarlo.

Populares

Las películas más populares del estudio estadounidense en este país son “El Rey León”, “Zootrópolis”, “Frozen” y “Mi pobre angelito”.

A mediados de enero las principales cadenas de cine rusas comenzaron a proyectar “Avatar: el sentido del agua”, aunque la película careciera de licencia oficial y el Gobierno amenazara con multarlas.

La cinta de James Cameron, la más taquillera de la historia del cine, es producida por 20th Century Studios, que también pertenece a Disney.

La cartelera rusa incluye, además de películas de producción nacional, producciones estadounidenses como “El gato con botas 2” o “Plane”.

A mediados del año pasado, Netflix suspendió el servicio en Rusia y perdió 700.000 suscriptores. Desde entonces, esta decisión, entre otras, generó una caída del 26% en las acciones de la plataforma de streaming.

La compañía Warner Bros sacó la película “Batman” de su calendario de estrenos en Rusia a última hora. Y Sony también frenó el estreno de su próximo tanque, “Morbius”.

Rusia por su parte resolvió no presentar ningún candidato al rubro de película extranjera de los Oscar (Irán, en 2013, asumió igual actitud). “La Academia de Cine de Rusia decidió no nominar una película nacional para el premio Oscar”, señaló en un comunicado hace tres meses.

Reacciones

¿Y cómo reaccionaron los rusos? Según cuenta “The New York Times”, “un grupo, por ejemplo, alquiló varias salas de proyección en un cine de Ekaterimburgo y utilizó las redes sociales para invitar a la gente a comprar entradas para ver “Batman”.

En otras palabras, el pirateo, como ocurre en gran parte del mundo, se extendió y agravó como respuesta. El cine, se ve, traspasa censuras y prohibiciones.

Sin Netflix: restricciones

Antes del comienzo de la guerra con Ucrania, las películas estadounidenses conformaban un 70% del contenido en Rusia. Pero hay otros países en la que la industria del entretenimiento de las grandes empresas de Estados Unidos no puede ingresar. Se tratan de China, Corea del Sur y el territorio de península de Crimea. Las razones se deben a las distintas regulaciones que deben cumplir las empresas, aunque también se responsabiliza a las restricciones del gobierno de los EE.UU. sobre empresas americanas. Incluso, se ha difundido desde noviembre un servicio denominado “Netflix chino”, creado por una empresa llamada Iqiyi y gratuito.