El obispo de la Diócesis de la Santísima Concepción, monseñor José Antonio Díaz, advirtió ayer que en una sociedad “que dice ser cristiana y vive con tantas injusticias, violencia, ruptura e inestabilidad, es porque en el fondo nos hemos olvidado de que las consecuencias del pecado son graves y esto genera ruptura no solo con Dios, sino con nuestros hermanos”. Aseguró que “la respuesta a esa situación no son los planes económicos, ni tampoco leyes que regulen nuestra convivencia civil, sino un corazón renovado y lleno de Dios”.

El prelado pronunció una breve homilía durante el oficio religioso previo a la procesión que se realizó por calles de “La Perla del Sur” con la imagen de la Inmaculada Concepción, patrona de la diócesis del mismo nombre. Con esta ceremonia, que se desarrolló en medio de un sofocante calor, concluyó la tradicional festividad de la virgen. Concepción se constituyó en este día “capital de la provincia”.

Tomar conciencia

Por este motivo estuvieron presentes el gobernador interino, Osvaldo Jaldo; el titular de la Legislatura, Sergio Mansilla, el intendente Alejandro Molinuevo, ediles locales, ministros del PE y funcionarios judiciales. La fiesta de la Inmaculada se inició con las primeras luces de la mañana. Las altas temperaturas no dieron tregua y la sufrieron los cientos de peregrinos que llegaron desde distintos puntos del sur de la provincia. “La dicha que tiene un cristiano por ser hijo de Dios y lleno de gracia como María, ilumina en su entorno y contribuye a una situación de cambio profundo. Es algo distinto al maquillaje que queremos hacer muchas veces tratando de ordenar nuestra convivencia civil, regulándola o amenazando con castigos”, sostuvo Díaz. Agregó que “es a partir de la conciencia como se ilumina la persona y la convivencia que ella tiene en relación con sus otros seres queridos, su familia y su vecindario”. Así el obispo remarcó que “la respuesta que tenemos nosotros que dar a la crisis, a la corrupción y el desorden, es justamente la búsqueda de una vida santa”. Observó que “no hay que tenerle miedo a esta palabra porque en realidad ese es el proyecto que Dios tiene para nosotros. Vivir en santidad, lleno de gracia, como María lo vivió”. “Una sociedad que ha perdido el sentido de la vida, de Dios y del pecado está extremadamente expuesta a ser gobernada por la tiranía del relativismo, del vale todo, del da igual, del no importa cómo, sino que lo importante es el sentirme bien, el estar a gusto, disfrutando, cuando en realidad es más profunda la vida”.

Peregrinos

La ciudad comenzó a palpitar desde temprano la fiesta de la Virgen con el arribo a la iglesia catedral de miles de peregrinos procedentes de diferentes localidades acompañados con misachicos que irrumpieron con bombos y flautas. Todos ingresaron al templo con rostros que reflejaban el agobio por el calor y la larga caminata.

Personal municipal y voluntarios de la catedral recibieron a los fieles con un desayuno, además de agua y frutas. En los alrededores se instalaron numerosos baños químicos. “Se ha sufrido mucho este calor, pero había que llegar a la Inmaculada a agradecerle que hasta ahora a nuestra familia la protegió de la Covid y pese a las dificultades económicas ,tenemos salud” confesó Juan Díaz, de Arcadia. “Desde hace 20 años vengo peregrinando a participar de esta fiesta de la Virgen. La pandemia nos recluyó, pero ahora me siento contento de haber podido sobrevivir a la Covid después de haber estado postrado varios días” apuntó por su parte Roberto Jerez, de Aguilares.

La novedad que generó preocupación fue el accidente que sufrieron peregrinos de Alpachiri que fueron embestidos por un auto en el que iban cuatro jóvenes en aparente estado de ebriedad. Una las víctimas es un muchacho que iba en una motocicleta y la otra un niño que iba en un coche doméstico empujado por su madre. Esta mujer resultó ilesa luego del impacto. Sin embargo su pequeño hijo y el motociclista sufrieron distintas lesiones, pero no de gravedad.

El repunte de la pobreza fue tema de debate: el Obispado organizó el encuentro, con la presencia del gobernador y otras autoridades

Un duro documento sobre la pobreza y la indigencia en el país y en esta provincia, elaborado por la UCA, fue el eje del debate del Encuentro del Bien Común y la Amistad social que organizó ayer el obispado de la Santísima Concepción. La reunión fue encabezada por el obispo José Antonio Díaz y contó con la presencia del gobernador Osvaldo Jaldo, del titular de la Legislatura, Sergio Mansilla; del intendente Alejandro Molinuevo, ministros del PE, legisladores provinciales y ediles locales. En la ocasión a los asistentes se les entregó un informe titulado “Aportes para la construcción de políticas públicas en tiempos de crisis desde el diálogo y la participación ciudadana”. En la página que brinda “datos que nos interpelan a nivel provincial y diocesano” se expone el crecimiento  notable que registraron en el segundo trimestre de este año los niveles de desocupación (7,22%), informalidad (45,20%) y personas bajo la línea de pobreza (35,10%). “Es el resultado de encuestas digitales realizadas a referentes de diferentes sectores de la comunidad” se apunta en el documento.

“Nos ponen mal”

El gobernador Jaldo dijo que los datos que se expusieron en el encuentro previo a la procesión de la Inmaculada Concepción, “nos pone muy mal porque son duros y  tiene que ver con  la pobreza”. De todos modos dijo que “lo positivo es que aquí estamos hombres y mujeres tucumanos que tenemos diferentes roles a nivel provincial, nacional y también de diferentes espacios políticos”. “Creo que es bueno que este documento de la UCA lo podamos  ver y priorizar los puntos que tienen que ver con aquellas familias que no la están pasando bien”.  Insistió en que se trató de un encuentro muy positivo”. “Estamos trabajando y  podemos hablar de cada uno de los puntos. Sabemos en qué  situación estamos y la política que implementamos” sostuvo. “No tenemos duda que esos datos tienen que mejorar. Hay que lograr que la tendencia tiene que cambiar de dirección y  bajar la pobreza. Todos somos conscientes que este tema lo tenemos que abordar todo y la sociedad se tiene que involucrar en esto” agregó. “Por ahí el Estado puede hacer cosas importante pero nunca es suficiente. Al margen de que es nuestra responsabilidad el tema, pero también la sociedad se tiene que involucrar en cada punto que se abordó en esta reunión” observó.