A Leo se lo vio de lejos, pero aseguran que va a jugar el martes

¿Qué pasa que Messi no está con el grupo? ¿Qué hace lejos del resto? La pregunta repiqueteó apenas iniciada la práctica en la Universidad de Qatar. Allá estaba Messi, en otra cancha, exprimiendo a fondo los teleobjetivos que no paraban de enfocarlo, moviéndose con extrema tranquilidad. Lo que faltaba: que en un entrenamiento abierto a la prensa corrieran dudas sobre la condición física del mejor de todos. La calma llegó desde las entrañas del cuerpo técnico: el trabajo diferenciado no se debió a algo grave. El capitán va a salir a la cancha el martes para debutar contra Arabia Saudita. Hacía falta un mensaje de alivio como ese.

Messi sufrió una sobrecarga en los gemelos al cabo de los 90 minutos que disputó contra Emirates Árabes el miércoles pasado. Por eso el viernes se quedó en el gimnasio y esta vez no se entrenó con la misma intensidad que los demás. La cuestión es: ¿se intenta llevar tranquilidad quitándole trascendencia a la situación o hay realmente algo más complicado? Lionel Scaloni y su gente afirman que nada de eso pasa, que es un caso normal y que mejor prevenir que curar. Lo cierto es que una potencial ausencia de Messi el martes sería conmocionante y de eso se la pasó hablando el ejército de enviados especiales de los cinco continentes que ayer acudió a la práctica. Sólo se vieron los 15 minutos del precalentamiento, suficientes para disparar tantos idas y vueltas.

Antes de seguir, un párrafo para la Universidad de Qatar. Es tan extenso su campus que conviven dos selecciones top como Argentina y España. Hay una estación de subterráneo en el interior del complejo (imaginen algo similar para transportar a los estudiantes en la ex Quinta Agronómica) y desde allí es necesario tomar un ómnibus para recorrer la zona y llegar a los búnkers de las selecciones. Todo con un parquizado admirable, iluminación de alta gama y un césped en las canchas de entrenamiento que sería la envidia de cualquier canchero. Desde esta perspectiva, la elección de la AFA es un acierto.

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Volviendo al entrenamiento, fueron dos las ausencias. Lisandro Martínez atraviesa un cuadro gripal (el bendito aire acondicionado sigue haciendo de las suyas), mientras que Exequiel Palacios se sometió a una sesión de kinesiología. Ninguno será titular, porque la dupla de centrales recupera el tándem “Cuti” Romero-Otamendi. Además, Molina y Acuña parecen ir ganándoles la partida por los laterales a Montiel y a Tagliafico, mientras crece la posibilidad de que Mac Allister ocupe el anhelado puesto que dejó vacante Lo Celso. ¿Y “Papu” Gómez está descartado? Mmmmm

Quedan un par de prácticas fuertes antes del partido con los árabes y la dominguera será determinante. De allí saldrán casi con seguridad los 11. Con Messi adentro, al menos según lo informado ayer. De todos modos, hasta el lunes Argentina no volverá a abrir las puertas a ojos ajenos. Ese día, en la previa del debut, Scaloni y un jugador a designar (¿Messi?) brindarán la conferencia de prensa de rigor.

El día de la Selección tuvo el condimento especial de la sesión de fotos oficiales con la indumentaria de Adidas. Un rato de distensión y buena onda en el que sobró el humor, pero al momento de las sonrisas ninguno rivalizó con Ángel Correa y Thiago Almada, ya integrados al plantel en reemplazo de los lesionados “Nico” González y Joaquín Correa. A propósito de este punto, el lunes cierra el plazo para que Scaloni haga algún otro cambio si no se recupera algún “tocado”. Mirar a Paulo Dybala no deja de ser importante en ese sentido, aunque en esta última práctica no dio señales de sentir alguna molestia.

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El cierre de la actividad sabatina no podía culminar de otra manera. Si este es el Mundial de Messi y hay un mundo que quiere verlo bien (hasta los diarios españoles pidieron que alce la Copa si su equipo no llega lejos), que haya brindado algún margen para la conjetura por culpa de un entrenamiento diferenciado es todo un ejemplo. Messi y Argentina, a esta altura, son indivisibles.