Aunque ha sido definida hace un siglo, afecta al 1 % de la población mundial y en los últimos 20 años se ha acumulado una gran cantidad de información sobre sus síntomas, las causas de la esquizofrenia siguen siendo un misterio. Ahora, un nuevo estudio mexicano dado a conocer por la revista especializada Medscape.com señala dos razones principales: los traumas emocionales de la infancia y la herencia.

Es decir que cuando se manifiesta en forma de brote psicótico, con delirios, alucinaciones y comportamientos paranoicos, es probable que haya comenzado a despertarse mucho antes. Pero, ¿a qué edad suele desarrollarse? Generalmente, se diagnostica entre los últimos años de la adolescencia y alrededor de los 30 años, precisan desde la Academia Americana de Pediatría. Cuando se la detecta antes de los 18 años, se denomina esquizofrenia de inicio temprano. Los niños menores de 13 años también pueden desarrollarla, pero estos casos poco comunes.

Y aunque no se trata de la enfermedad mental más común (el primer puesto lo ocupa la depresión), los pacientes que la cursan de manera violenta sufren además el estigma social, pues les resulta casi imposible insertarse en la sociedad. De hecho, de acuerdo a este estudio de científicos de la Universidad de Guadalajara y de la Unidad de Investigación Social y Epidemiológica del Instituto Mexicano del Seguro Social la esquizofrenia conlleva a una discapacidad psiquiátrica crónica.

"En la actualidad se sabe que sus causas son multifactoriales. No obstante, en los factores ambientales y genéticos estarían los principales orígenes", se lee en el documento difundido por Medscape.

Para realizar este estudio se incluyó 40 familiares identificados como cuidadores de pacientes diagnosticados con esquizofrenia, a los cuales se les realizó un cuestionario. Los entrevistados señalaron como causa principal los trastornos de la infancia (16 %), seguidos por la herencia (15 %). Los resultados coinciden con lo reportado en otros estudios con poblaciones latinas y africanas.

Entre los signos tempranos de la esquizofrenia aparecen los pensamientos confusos, la dificultad para concentrarse, las ideas extrañas y la incapacidad para distinguir la realidad de los sueños o la televisión. Con respecto al comportamiento, se observa inmadurez, aislamiento y falta de higiene personal, entre otros síntomas. En cuanto a las emociones, puede observarse depresión o irritabilidad, pensamientos suicidas, falta de emoción, ansiedad y miedo paralizantes y sospecha extrema de los demás, describe la Academia Americana.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 21 millones de personas en el mundo padecen esquizofrenia. Los otros orígenes que se han investigado en el transcurso del tiempo van desde problemas con circuitos neuronales hasta con neurotransmisores. Pero cada vez toma más fuerza la hipótesis que se inclina hacia los factores genéticos y ambientales.