La fibrilación auricular (FA) provoca irregularidad en los latidos del corazón. Cuando esto sucede, puede dar lugar a la formación de un coágulo en la sangre, poniendo en riesgo al cerebro. Esta arritmia, la más frecuente de todas, es uno de los principales factores de riesgo de accidente cerebrovascular (ACV), incrementa la mortalidad y disminuye la calidad de vida en los pacientes afectados. Lo que es más grave: se trata de una patología subdiagnosticada y subtratada.

Ante esto, la Federación Argentina de Cardiología (FAC), que está presidida por el médico tucumano Luis Aguinaga, abrió el primer registro nacional de personas con fibrilación auricular.

Con la iniciativa de Argentina Sin Fibrilación Auricular (ASFA), desde la FAC buscan generar datos locales que permitan conocer a cuántas personas afecta esta enfermedad. Según las estimaciones, habría alrededor de 300.000 pacientes diagnosticados.

Por otro lado, a través de este registro, los profesionales quieren saber si las personas con diagnóstico reciben la terapia adecuada y también crear conciencia para que quienes que viven con la enfermedad y no lo saben sean tratados.

El estudio se realizará durante un año. Médicos de las 33 filiales de la FAC de todo el país están incluyendo pacientes, contó Aguinaga, que también dirige el estudio ASFA.

Mejorar el diagnóstico

La fibrilación auricular es considerada una de las epidemias cardiovasculares del presente siglo. Por este motivo, según señala Aguinaga, urge mejorar el diagnóstico y el abordaje de la enfermedad.

EN PELIGRO. La FA multiplica por cinco las chances de sufrir un ACV.

El cardiólogo explica que, si bien la patología puede presentarse en cualquier momento de la vida, es más frecuente después de los 60 años: llega a afectar a entre el 2% y el 3% de los mayores de esa edad. A los 80, una de cada 10 tiene FA. Lo preocupante es que esta arritmia muchas veces es asintomática y, como faltan controles, está subdiagnosticada. En conclusión, muchas personas sufren la enfermedad y no lo saben.

El profesional insiste: “la FA es la causa más importante de accidente cerebrovascular. Las personas con esta patología tienen cinco veces más chances de sufrir un ACV”.

Así explica Aguinaga cómo nos pone en peligro la fibrilación auricular: esta provoca irregularidad de los latidos del corazón. Cuando esto sucede, las aurículas (cavidades superiores) del corazón no bombean toda la sangre dentro de los ventrículos (cavidades inferiores), causando su acumulación. Esto puede dar lugar a la formación de un coágulo en la sangre. Si una parte del coágulo se desprende y viaja hasta el cerebro, puede generar un ACV. Depende del área que afecte, la persona experimentará diferentes síntomas: dificultad para hablar y/o comprender, para caminar, para ver o para mover un lado del cuerpo.

“Ante ese escenario, es esencial actuar con urgencia para evitar no solo secuelas, sino el riesgo de vida”, apunta.

Prevención

¿Se puede prevenir el ACV?, le consultamos. “En general, lo que aconsejamos a la población es incorporar hábitos como por ejemplo controlar la presión, no fumar, alimentarse bien, hacer ejercicio y manejar el estrés, entre otros”, remarcó.

No obstante, según señaló, es fundamental identificar a las personas que pueden tener fibrilación auricular y en estos pacientes estudiar si tienen o no un mayor riesgo de sufrir un ACV. Para ello -detalla Aguinaga-, se realizan monitoreos o score. Por ejemplo: si la persona es añosa; si tiene además otras patologías como insuficiencia cardíaca, diabetes o hipertensión; si es mujer o si ha padecido anteriormente algún evento vascular, como un infarto o ACV.

Según remarca el médico, los síntomas visibles de la enfermedad pueden ser palpitaciones, falta de aire y mareos, entre otros signos. Sin embargo, hay personas que no manifiestan ninguno de estos signos.

Desde ASFA se promueve que todas las personas -sobre todo mayores de 60 años- se tomen el pulso regularmente. Si se padece fibrilación auricular, el pulso es irregular y, por lo general, acelerado. Las pulseras y relojes inteligentes también pueden ayudar en el automonitoreo. No obstante, aclara que si estos dispositivos marcan algo irregular, quien tiene la última palabra es el médico en el consultorio.

Para concluir Aguinaga, señaló que debemos estar atentos a las causas de la fibrilación auricular. Sin bien la edad avanzada y la hipertensión son los principales factores de riesgo para la enfermedad, hay otros: la predisposición genética, la apnea del sueño, el hipertiroidismo, el tabaquismo, EPOC, consumo en exceso de alcohol y hasta algunos medicamentos.