Un parlamentario conservador presentó una carta de censura contra Boris Johnson y otro renunció a su cargo de asistente del ministro del Interior, aumentando la presión sobre el primer ministro británico por las fiestas ilegales en Downing Street durante los confinamientos por el covid-19. Bob Neill, presidente de la Comisión de Justicia del Parlamento, dijo que un informe oficial sobre las fiestas publicado el miércoles mostró un patrón de “comportamiento inaceptable” a lo largo de meses durante la crisis del coronavirus en Reino Unido. “La confianza es el bien más importante en política, pero estos acontecimientos han socavado la confianza no solo en el cargo de primer ministro, sino en el propio proceso político”, dijo Neill en un comunicado. “Para reconstruir esa confianza y seguir adelante, es necesario un cambio de liderazgo”, insistió. Johnson dijo tras la publicación del informe que asumía la responsabilidad de los hechos, pero que se negaba a dimitir. Otro legislador conservador, Paul Holmes, dijo a primera hora de ayer que renunciaba a su función como secretario privado parlamentario en el Ministerio del Interior. “Tengo claro que estos acontecimientos han creado una profunda desconfianza tanto en el gobierno como en el Partido Conservador (...) Me resulta angustioso que este trabajo en su nombre se haya visto empañado por la cultura tóxica que parecía haber impregnado el Número 10”, dijo Holmes en un comunicado. Otros legisladores conservadores dijeron esta semana que presentaron cartas pidiendo una cuestión de confianza sobre Johnson al presidente del Comité 1922 del partido, que se activará si se escriben 54 cartas de este tipo. (Reuters)

Boris Johnson asume "la plena responsabilidad" por el "Partygate", pero persisten los pedidos de renuncia