La comunidad teatral padeció el desfinanciamiento que se produjo durante el gobierno de Mauricio Macri, al punto de que los recortes de presupuesto llevaron a que se perdieran $ 75 millones en 2018, en fondos para todo el país, detalló el delegado local del Instituto Nacional de Teatro (INT), Roberto Toledo. “Después vino la pandemia y hubo subejecución -agregó-. Había que apoyar al sector, así que el INT salió a comprar funciones, casi como productor. Nunca lo había hecho, pero debíamos sostener la actividad”.

Toledo explicó que el INT es un ente autárquico. “Funciona con el 8% de lo que se recauda en el Enacom por pautas publicitarias y el 1% sobre los juegos de azar -precisó-. La ley que pretendemos derogar dispone que esos tributos vayan directamente al Tesoro de la Nación y queden a disposición del Poder Ejecutivo para que determine qué hacer con ellos”.

El teatrista remarcó que, históricamente, los fondos otorgados por el INT, a través de subsidios o de programas, tuvieron un buen destino, que permitió la expansión y el desarrollo del teatro, sobre todo en el interior. “Está a la vista. Hubo una explosión de actividades y de salas -enfatizó-. Algunos sectores dicen que estos fondos se destinan a militantes y no es así: es para la comunidad. Vipos o La Tuna, por ejemplo, recibe teatro. El Estado facilita que las comunidades dialoguen a través de lo artístico. Si la administración de los fondos la va a ejercer el Ejecutivo, se pierde toda razón de ser y se vería muy afectado el teatro independiente argentino, que es uno de los que tiene mayor desarrollo en el mundo”.