Que no la iba a tener fácil Boca en Cali, se sabía. El campeón del fútbol colombiano impuso condiciones en su casa y por momentos, Boca la pasó mal. De todas maneras, casi siempre de contragolpe intentó llevar peligro al arco de Guillermo de Amores, que como su colega Agustín Rossi, tuvo un primer tiempo en gran nivel.

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El que no estuvo a la altura del partido fue el árbitro Jesús Valenzuela; el venezolano pifió feo en dos jugadas claves y condicionó el desarrollo del partido. Primero no expulsó a Darío Benedetto por un terrible planchazo sobre Aldaír Gutiérrez y luego omitió un, al menos discutible, penal sobre “Pipa”, en el cierre del primer período.

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No fue un buen partido del “Xeneize”; el desarrollo fue una continuación del mal momento futbolístico que tiene el equipo, pero que a pesar de ello, viene dándole resultados en Copa de la Liga Profesional.

Para colmo, cuando el partido parecía encaminarse a un 0-0, llegó Guillermo Burdisso para anticiparse a todos y cumplir con la ley del ex. Gol y a otra cosa.

Iban 70 minutos y Boca entró en su propia desesperación y cayó una y otra vez en la telaraña que propuso el equipo de Rafael Dudamel, con jugadores caídos, cambios y demoras que se repitieron en el tramo final del duelo.

Y en medio de todo ese desorden, Kevin Velasco -ya había asistido a Burdisso en el primer gol-, dejó a Nicolás Figal en el camino y le sirvió en bandeja el gol a Jhon Vásquez, fue el 2-0 que terminó los sueños “xeneizes” en Cali.

De cara al debut de local con Always Ready, Sebastián Battaglia deberá prender velas por la recuperación de Carlos Zambrano, quien ayer dejó el campo de juego en la primera etapa por una molestia; teniendo en cuenta que Marcos Rojo y Carlos Izquierdoz (está lesionado, también), no pueden jugar por estar suspendidos por los incidentes en la edición anterior de la Copa, cuando el “Xeneize” cayó ante Atlético Mineiro.

Falta mucho camino por recorrer, pero el “Xeneize” tiene muchísimo para mejorar. Si no logra acomodar su juego y, sobre todo hacerse fuerte ante rivales -a priori- más débiles, el sueño de levantar un nuevo trofeo continental será un imposible.